Sabatini eterna: vuelve a jugar en Roland Garros después de 27 años
En París, Gaby comienza hoy su participación en el Torneo de Leyendas junto a Gisela Dulko.
Gabriela Sabatini jugó el 6 de junio de 1995 su último partido como profesional en Roland Garros. Aquella temporada llegó a París como octava favorita y en los cuartos de final cayó por 6-1 y 6-0 ante Steffi Graf. Hoy, 27 años después de aquel duelo ante la alemana, la porteña volverá a pisar el polvo de ladrillo parisino, con una raqueta en la mano, para debutar en el Torneo de Leyendas del Grand Slam francés, junto a Gisela Dulko.
La cita es en el primer turno del estadio Suzanne Lenglen, a las 6 de la Argentina, contra las estadounidenses Lindsay Davenport y Mary Joe Fernández, dos ex top 5 del mundo y campeonas de Grand Slam.
“Es todo muy lindo. Lo que más disfruto es reencontrarme con algunas jugadoras. A la mayoría no las veía desde que dejé de jugar”, le contó Sabatini, de 52 años, a ESPN. “Con Gise empezamos a entrenar y a jugar padel. Nos vieron los de la organización. Nos habrán visto bastante bien (risas) y nos invitaron para jugar. Al principio me dio un poco de nervios. No estaba muy segura”, reconoció.
Y agregó: “Lo que más nerviosa me ponía era volver al ambiente, porque siento que esto pertenece al pasado y volver a estar mezclada con los tenistas... Me da cosa ir al vestuario. Todavía no fui y no sé si voy a ir. Siento como que no pertenezco”.
Gaby le bajó el telón a su carrera en 1996, cuando tenía apenas 26 años. “Después de mi retiro estuve bastante desconectada del tenis durante años: no lo jugaba, no iba a los torneos. Necesitaba apartarme. Me había agotado no el tenis pero sí el entorno. Así que estos últimos días que estuve entrenando, me costó un poquito”, se sinceró.
“Me pasa mucho que pierdo la pelota. Es muy difícil el tenis, lograr que esté todo coordinado... Y el smash fue lo más complicado de recuperar”, agregó divertida.
Aunque más allá de su humildad, llegará seguramente bien preparada al debut. Porque ni bien aceptó la invitación para jugar el certamen, comenzó a trabajar para recuperar el feeling con la raqueta.
En febrero, días después de haber sido testigo de la vuelta de Juan Martín Del Potro en el ATP de Buenos Aires, se la vio entrenando con Dulko en el Racket Club. Y en abril, tras pasar por Buenos Aires para asistir a los partidos del choque de Copa Davis ante Bielorrusia en el BALTC y por el Miami Open, trabajó unos días con Mercedes Paz, su gran compañera de los primeros tiempos tenísticos y actual capitana del equipo argentino de la Billie Jean King Cup.
Desde hace unos días, además, comenzó a practicar en las canchas de Roland Garros junto a su pareja para este certamen, otra grande de la historia del tenis nacional, ex número uno del mundo en dobles y ganadora del Abierto de Australia en esa modalidad.
Dulko, de 37 años y retirada desde 2012, compartió un video en sus redes sociales en las que se las ve peloteando junto a las italianas Flavia Pennetta, ex compañera de la tigrense, y Francesca Schiavone.
Lo que no necesitó Gaby de cara al torneo fue ponerse en forma. Fanática de varios deportes, la ex número tres del mundo no se queda quieta y lleva una vida muy activa, por lo que se muestra espléndida a nivel físico.
“Siempre me gustó hacer deportes y correr. Cuando dejé el tenis, corría durante tres horas, cinco horas... Un poco loca. En Buenos Aires, corrí un día durante 50 kilómetros. Después hice unas etapas del Tour de France. Me dediqué a hacer esas cosas que hoy las sigo disfrutando, aunque no a ese nivel de locura. Son mi cable a tierra”, comentó quien el domingo fue agasajada en la Embajada argentina en París.
En su corta carrera -debutó como profesional en 1985 y colgó la raqueta en 1996-, Sabatini conquistó 27 títulos, entre ellos el del US Open en 1990 y el WTA Tour Championships (hoy WTA Finals, equivalente al Torneo de Maestros de la ATP) en 1988 y 1994.
Además, se colgó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, donde fue la abanderada nacional. Tuvo también una destacada carrera en dobles, en la que llegó a estar quinta en el ranking y se coronó en Wimbledon en 1988 junto a Graf.
Pero nunca pudo ganar un título como profesional en Roland Garros, donde sí fue campeona junior en 1984. En este “grande” llegó a semifinales cinco veces en singles y fue tres veces finalista en dobles. ¿Se dará el gusto en 2022, con 52 años y a 26 de su retiro, de levantar el trofeo en París?w