Nadal ganó otro duelo épico y ratificó ser el rey de Roland Garros
Fue una batalla tremenda que se extendió por más de cuatro horas. En semis lo espera Zverev.
Una jornada para el recuerdo se vivió ayer en Roland Garros con los cuartos de final del cuadro masculino. Porque en el último turno del mítico Philippe Chatrier chocaron Novak Djokovic y Rafael Nadal en un partido de alto calibre que marcó el 59° capítulo de la rivalidad más extensa de la historia del tenis. Y el duelo quedó en manos del español que se impuso por 6-2, 4-6, 6-2 y 7-6 (7-4) en cuatro horas y 12 minutos de juego. Al rey lo que es del rey. Y el rey está, otra vez, en las semifinales del Gran Slam parisino donde se cruzará con el alemán Alexander Zverev.
Nadal fue un vendaval en el primer set. Aprovechó que Djokovic no mostró la frescura habitual y le quebró dos veces el saque. Lo hizo en el primer game de la noche y repitió en el quinto para escaparse al 4-1. La definición llegó sola ante un estadio colmado y totalmente a favor del mallorquín.
En el segundo parcial siguió el recital de Nadal. Quebró dos veces el saque de Djokovic y pareció desfilar hacia la victoria. Pero el serbio se despertó e igualó el marcador para el 4-4 -el segundo quiebre llegó en un game que duró 18 minutos- y luego volvió a romper el servicio de Nadal para ganar el set y emparejar la historia.
Pareció que se iniciaría otro partido, con el número 1 del mundo como dominador del juego. Sin embargo Nadal volvió a enchufarse, consiguió un par de quiebres y desencajó a su rival hasta cerrar el tercero con claridad.
El último capítulo fue un thriller. Djokovic arrancó con un quiebre tempranero y pareció que todo se iría un quinto y definitivo capítulo ya que incluso llegó a tener un set point en el 5-3. Pero el ganador se enfocó, se recuperó, llegó al tiebreak y después de tres match points y con ayuda de la faja cerró el partido.
El encuentro entre Djokovic y Nadal fue un verdadero duelo de titanes. El primero quería repetir el festejo del año pasado en Roland Garros y conquistar su 21° Grand Slam para igualar el record que tiene justamente Nadal. Ahora el que se puede escapar y llegar a los 22 es quien busca agrandar su leyenda en un torneo que nadie ganó tanto como él. Allí levantó el trofeo en 13 oportunidades y acumula una marca de 110 victorias y sólo tres derrotas. Dos de ellas fueron ante Djokovic en los cuartos de final de 2015 y en las semifinales del año pasado.
Ahora Djokovic lidera con 30 victorias el historial entre ambos. Ello tras el 18° partidos que disputaron en un Grand Slam, otro record en ese tipo de torneos para una rivalidad entre dos jugadores. Y fue el décimo que jugaron en Roland Garros, donde Nadal manda con ocho triunfos y tres de ellos conseguidos en finales (2012, 2014 y 2020).
Los dos llegaron a París en momentos distintos. Djokovic, que se había perdido las citas más importantes del inicio del año por su negativa a vacunarse contra el Covid-19, pudo disputar toda la gira de polvo de ladrillo en la que fue finalista en Belgrado, semifinalista en Madrid y campeón en Roma. Nadal se tuvo que tomar un descanso después de Indian Wells para recuperarse de una fractura costal por estrés y jugó solo dos torneos en la previa de Roland Garros: Madrid, donde perdió en los cuartos de final, y Roma, donde fue eliminado en los octavos de final.
Djokovic venía de vencer con muchísima comodidad a Diego Schwartzman, el último argentino que seguía en camino en el torneo, por 6-1, 6-3 y 6-3. Y Nadal había sobrevivido en octavos una prueba durísima ante el canadiense Felix Auger Aliassime, entrenado por su tío Tony Nadal, a quien venció por 3-6, 6-3, 6-2, 3-6 y 6-3 tras cuatro horas y 21 minutos.