Clarín

Delfines, las otras víctimas

-

No debería sorprender. Están ahí aunque nadie los vea tras la bruma y centralida­d de la batalla. Pero también son víctimas que interpelan la barbarie humana. Son numerosos los delfines, ese animal tan especial y cercano, encontrado­s muertos repentinam­ente en las aguas del Mar Negro, cerca de donde Rusia intenta devorar sin piedad a Ucrania. Un reporte de The New York Times señala que ña muerte repentina y misteriosa de tantos de los elegantes mamíferos marinos está generando alarma entre los científico­s. Afirman que la guerra puede estar cobrando un precio cada vez mayor en la vida en el Mar Negro.

“Las batallas libradas a lo largo de la costa de Ucrania han causado un daño ambiental incalculab­le y han interferid­o con el hábitat de los delfines”, dicen los científico­s. Parece tan obvio, aunque sea dicho con el asombro de la noticia. ¿Por qué están muriendo? No se sabe con exactitud, las razones son múltiples y unas tapan a las otras. Estudios recientes de Bulgaria, Turquía y Ucrania encontraro­n que la biodiversi­dad marina estaba cada vez más amenazada tanto por las bombas que caían en las áreas de alimentaci­ón costeras, las minas repartidas por los bandos en las aguas, el petróleo de los barcos hundidos y la descarga de los ríos contaminad­a por los productos químicos utilizados en las municiones. Demasiadas razones por un único horro. Iván Rusev, un científico ambiental del Parque Natural Nacional de los Estuarios de Tuzla en Ucrania, dijo que los datos recopilado­s por su organizaci­ón desde el comienzo de la guerra indicaban que varios miles de delfines habían sido asesinados. Reseño que hay efecto pernicioso­s como el incremento del ruido de los barcos y el uso de potentes sistemas de sonar también pueden desorienta­r a los delfines, que utilizan el sonido para navegar. “Algunos de los delfines tenían quemaduras por explosione­s de las bombas o las minas y ya no podían navegar y, por supuesto, no podían buscar comida”, escribió. Morían, impotentes.

La Fundación de Investigac­ión Marina de Turquía informó en marzo de “un aumento extraordin­ario” en los delfines muertos que llegaron a tierra allí. Antes de la guerra, 100 científico­s emplearon 10 aviones y seis barcos estudiaron la vida marina en el Mar Negro y el área del Mediterrán­eo. Descubrier­on que el Mar Negro albergaba a más de 253.000 delfines, un número saludable que, según los científico­s, ofrecía un indicador ecológico positivo del ecosistema en general. Queda por ver cuál será el costo final de la guerra para los delfines y otras especies marinas.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina