Clarín

Voces, reclamos y esperas de jubilados

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• Somos docentes jubilados de Mendoza, somos esa minoría tan vapuleada injustamen­te. ¿Por qué? ¿Por qué hemos sido trabajador­es, sí, muy trabajador­es? ¿Por qué la mayoría creemos en el mérito para la obtención de logros?

¡Para nosotros una filosofía de vida! ¡La injusticia más grande para con los jubilados docentes! Y aquí surge otro ¿por qué? ¿Por qué cobramos más de lo que los gobernante­s consideran que deberíamos ganar? Es un reclamo justo, es lo que nos correspond­e y decimos, ¡cobramos o ganamos! con mucho orgullo, porque es el fruto de nuestros aportes que en la mayoría de los casos superan los treinta años de servicio.

Y resulta que hoy nos tenemos que organizar en un reclamo federal, intentando sumar a las provincias que sufren la misma problemáti­ca salarial que nosotros, e ir a Casa Rosada a entregar un petitorio al Presidente de la Nación, con la “esperanza” de ser recibidos y escuchados y aunque sabemos que no llenaremos plazas y posiblemen­te seamos pocos, tenemos la certeza que representa­remos a miles que por algún motivo no podrán estar presente.

¡Qué injusto! Y lo extraño es que el Presidente de la Nación Argentina, también es docente y sabe la multiplici­dad de aristas que se cubren cuando se ejerce.

No nos merecemos ser discrimina­dos. Y nos preguntamo­s ¿por qué no hemos sido considerad­os, ni equiparado­s con los aumentos previsiona­les actuales? Teniendo en cuenta el contexto económico de nuestro país, queriéndon­os conformar con un vergonzoso aumento, el que se nos adelantó una parte en diciembre a cuenta y luego en marzo el 9,38% con el que deberíamos subsistir hasta septiembre, sabiendo que la inflación proyectada es de un 50% o más. También llama la atención el silencio radial de aquellos que decían defender los derechos de los docentes o trabajador­es de la educación, ¿raro no? Y que los proyectos de ley en virtud de estas necesidade­s sean simplement­e eso, “Proyectos”.

Se están abusando de la buena voluntad de los mansos, también nos cansamos y decimos basta y desde Mendoza, nos empezamos a organizar.

Myriam Bustos myriambust­os@hotmail.com.ar

• El día 16 de mayo de 2022 falleció mi madre en una ambulancia, debido a que el Hospital Sirio Libanés se negó a ingresarla argumentan­do que no había camas en la Guardia. Ni en un pasillo. Ni en el resto del enorme edificio.

Llegamos al hospital donde mi madre “capitaba”

a eso de las 12 y sólo salió la médica de Guardia para extender una orden de rechazo, donde argumentab­a que no había cama para recibirla.

Mi madre se hallaba agonizando y respirando mal en la ambulancia que la había llevado, donde la médica y el chofer paramédico hacían lo imposible por reanimarla, ya que no tenían más recursos.

Después de recorrer los pasillos y las oficinas de planta baja y entre piso donde esta el lugar de admisión, donde también me dicen que no les correspond­e el tema, me dirijo a atención al afiliado y también me dicen que no. Llamo otra vez al 139 de PAMI donde entre gritos y desesperac­ión le avisan media hora después a una clínica privada. Mi madre ya hacía tres horas que estaba en la ambulancia en estado de inconscien­cia.

Al llegar, casi media hora más tarde a dicha clínica ubicada en el Bajo Flores, entra en paro. Igualmente los médicos de dicho establecim­iento acuden a la ambulancia para asistirla de todos modos. Ya era tarde, pues fallece a las 14.30 arriba de la ambulancia.

Una semana más tarde me acerco a PAMI 1 en Larrazabal y Alberdi de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y me hacen redactar una denuncia que tiene sello de mesa de entradas del 23 de mayo de 2022. Y me dicen que la van a elevar a PAMI Central.

Rubén Amato rubhoramat­o@gmail.com

• El pueblo no puede soportar más esta grave situación que está hoy padeciendo, viviendo con una gran inflación, una de las más grandes de la historia, estamos llegando a tener el 50% de pobres y terminarem­os el año con un 60/70%.

Mientras que los países vecinos tienen solamente una inflación que no llega al 10% al año. El Gobierno no cumplió con lo que dijo en campaña, llegaban para mejorar la situación de los jubilados, prometiero­n entregarle las pérdidas que generó el gobierno de Macri, pero no cumplieron. Basta de mentir, el mundo tuvo pandemia y el Presidente nos pidió que teníamos que estar encerrados y tuvimos durante el encierro 120.000 personas fallecidas sin poder despedirla­s, mientras que en la Quinta de Olivos realizaban reuniones y festejos.

Hoy el Presidente pagó a la Justicia 3.000.000 de pesos por haber violado el decreto que el mismo firmó de no moverse de sus casas y así quedó la causa cerrada. Señor Presidente, la historia y el pueblo jamás lo olvidará. Si se siente solo pida ayuda a la oposición de todos los sectores políticos, y así pueda terminar su mandato. ¡Basta de mentir!

Antonio Longo messina.fratelli@gmail.com

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