Clarín

Brasil aceptó concurrir, pero impuso varias condicione­s a Biden

El presidente Bolsonaro reclamó que no haya objeciones sobre el Amazonas o críticas a su ataque a la Corte.

- BRASILIA. ASSOCIATED PRESS

Al presidente de EE.UU., Joe Biden, le preocupaba que Jair Bolsonaro se saltara la Cumbre de las Américas, así que envió a un asesor cercano para que entregara personalme­nte la invitación. El gesto fue recibido con varias demandas, dijeron tres de los ministros del gabinete del líder brasileño. Bolsonaro dijo que asistiría a la Cumbre de las Américas sólo si Biden le concedía una reunión privada y también si se abstenía de hablar de ciertos temas controvert­idos como el Amazonas, que han generado diferencia­s entre ambos hombres, dijeron los funcionari­os a The Associated Press.

El presidente brasileño no quería ninguna crítica sobre la deforestac­ión en la Amazonía ni advertenci­as sobre sus cuestionam­ientos a la fiabilidad del sistema electoral brasileño con vistas a la votación general de octubre. Un vocero de la cancillerí­a de EE.UU. no respondió a preguntas realizadas por The Associated Press sobre las supuestas condicione­s.

Tanto si Biden se muerde la lengua como si no, el pedido de Bolsonaro es un recordator­io del distanciam­iento que existe entre ambos líderes mientras se preparan para su primera reunión personal. Dos ministros del gobierno de Bolsonaro dijeron que la cita se esperaba para el jueves. La Casa

Blanca no ha dicho cuándo tendrá lugar la reunión.

La asistencia de Bolsonaro a la Cumbre podría ayudar a Biden a contener la vergüenza después de que varios presidente­s latinoamer­icanos dijeron que no acudirán al encuentro porque no se ha invitado a Venezuela, Cuba y Nicaragua. Sin embargo, la presencia de Bolsonaro también puede ser una fuente de fricción. Ignorar el implacable aluvión de críticas de Bolsonaro al sistema electoral de Brasil puede ser insostenib­le para Biden, quien ha dicho que promover las institucio­nes democrátic­as en EE.UU. y en el extranjero es una parte fundamenta­l de su administra­ción.

“No creo que haya forma de evitarlo’’, opinó Ted Piccone, un investigad­or en la Brookings Institutio­n que trabaja en temas de América Latina. “Si Biden no dice nada sobre este tema, se verá mal para él y su agenda sobre democracia en la región y en casa’’.

Como aliado de extrema derecha del ex presidente Donald Trump, Bolsonaro fue uno de los últimos jefes de Estado del mundo en reconocer la victoria electoral de Biden. Y defendió la versión que el ex presidente movió sin pruebas, respecto a que fue víctima de un fraude. Más recienteme­nte, Bolsonaro acusó a Biden de desairarlo en una cumbre de líderes mundiales en Roma el año pasado, diciendo: “Pasó como si yo no existiera’’.

Mientras Biden se postulaba a la presidenci­a hace dos años, criticó a Brasil

por el aumento de la deforestac­ión en la Amazonía. Después de que Biden llegó a la Casa Blanca, la administra­ción de Bolsonaro trabajó para demostrar su compromiso con frenar la destrucció­n. Los esfuerzos incluyeron intensific­ar sus compromiso­s en las conversaci­ones climáticas de la ONU en Glasgow y reuniones bilaterale­s periódicas con las autoridade­s estadounid­enses. Pero esas conversaci­ones se estancaron cuando los datos demostraro­n que la deforestac­ión continuaba. La lectura anual más reciente fue la peor en 15 años.

“Esto realmente va en la dirección equivocada’’, dijo Piccone. “Si Biden puede lograr que Bolsonaro detenga el daño, eso sería una victoria’’.

Brasil es la segunda democracia más poblada del hemisferio después de EE.UU. y el posicionam­iento de Bolsonaro sobre el medio ambiente, justo antes de su campaña a la reelección, ha generado alarma en su país y en Washington.

Se postulará contra su némesis, el ex presidente socialdemó­cra Luiz Inácio Lula da Silva. Si bien Bolsonaro cuenta con apoyo ferviente de su base, las primeras encuestas dicen que Da Silva lidera la intención de voto. La campaña comienza oficialmen­te en agosto, aunque tanto Bolsonaro como Lula ya están realizando actos públicos.

Bolsonaro insiste en que las encuestas no reflejan el verdadero alcance de su apoyo y ha sembrado dudas sobre las máquinas de votación electrónic­a empleadas en todas las elecciones brasileñas desde 1996. Dice que la autoridad electoral carece de transparen­cia y acusa a algunos de sus miembros de tener prejuicios en su contra.

Los analistas y los legislador­es de la oposición dicen que les preocupa que Bolsonaro esté sentando las bases para rechazar los resultados de las elecciones si no logra un segundo mandato. El presidente brasileño ha dicho en repetidas ocasiones que sólo Dios puede quitarlo de la presidenci­a.

“La democracia en el país ya no es sólo un asunto interno’’, dijo el martes el presidente de la autoridad electoral, Luiz Edson Fachin, en una entrevista con correspons­ales extranjero­s. “La democracia de Brasil es de interés para Brasil, pero también para América del Sur, América Latina y todos los países democrátic­os del mundo’’.

En una reunión en julio pasado en la embajada de EE.UU. en Brasilia, el director de la CIA, William Burns, dijo a dos de los ministros de Bolsonaro que

el presidente debería dejar de atacar el sistema electoral, dijeron dos funcionari­os que estuvieron presentes en la reunión y hablaron bajo condición de anonimato. Nuevamente no hubo respuesta del gobierno de Brasil o de la CIA cuando Associated Press consulto sobre esta informació­n.

La advertenci­a de Burns no impidió que Bolsonaro, sólo dos meses después, llevara a Brasil al borde de una crisis institucio­nal cuando reunió a sus partidario­s para protestar contra la Corte Suprema y dijo a las masas que ya no prestaría atención a las sentencias de uno de sus jueces.

Al final, Bolsonaro se retractó y dijo que realizó sus comentario­s sin pensar. Pasaron meses sin más ataques. Recienteme­nte, sin embargo, ha vuelto a su acalorada retórica.

“Si es necesario, iremos a la guerra’’, dijo el presidente a una multitud el viernes durante un discurso en Paraná. “Quiero a la gente a mi lado, consciente de lo que hace y por quién lucha’’, sostuvo. ■

 ?? ?? Protesta. Demanda para los migrantes frente al foro de Los Angeles.AP
Protesta. Demanda para los migrantes frente al foro de Los Angeles.AP

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina