Estados Unidos reduce parte de las restricciones contra Cuba
En coincidencia con la Cumbre de las Américas que se realiza en Los Ángeles, Estados Unidos suprimió ciertas restricciones para algunos viajes y envío de dinero a Cuba impuestas durante la administración ultraderechista del magnate Donald Trump. Las medidas son parte de los cambios en la relación bilateral que anunció el mes pasado la Casa Blanca.
En aquella oportunidad, el gobierno de Joe Biden dijo que tomaría medidas para “apoyar aún más al pueblo cubano, brindándole herramientas adicionales para llevar una vida libre de la opresión del gobierno cubano y buscar mayores oportunidades económicas”.
Lo cierto es que a partir de ahora se autorizan los viajes educativos grupales a la isla mientras sean auspiciados por una organización sujeta a la jurisdicción de Estados Unidos, así como la asistencia a reuniones y conferencias profesionales en Cuba. La medida no permite por ahora viajes para actividades turísticas pero se supone que eso será autorizado en breve. Además, se quita el límite trimestral de 1.000 dólares para las remesas familiares a ciudadanos cubanos que son parientes cercanos, y se permiten las remesas de donaciones a ciudadanos cubanos, siempre y cuando no sean funcionarios del gobierno vetados, miembros del Partido Comunista de Cuba sancionados o familiares de ellos.
Estas restricciones habían sido impuestas durante el gobierno de Trump, quien endureció el bloqueo económico que Estados Unidos aplica desde 1962 a Cuba con el fin de forzar un cambio de gobierno en la isla.
Las medidas de Trump revirtieron la apertura propiciada por su antecesor, el demócrata Barack Obama, de quien Biden fue vicepresidente.
Según los analistas, de haberse preservado ese descongelamiento, una clase media hubiera crecido en la isla comunista generando un debate político que las medidas de Trump directamente cancelaron.
El gobierno de Biden ya levantó una serie de restricciones impuestas por su antecesor, como por ejemplo los vuelos a Cuba, según una orden publicada el 1 de junio por el ministerio de Transporte.
Esas limitaciones impedían que aerolíneas comerciales y vuelos charter estadounidenses llegaran a ciudades cubanas, excepto La Habana. Además, había un tope a la cantidad de vuelos charter con destino al Aeropuerto Internacional José Martí.
Cuba consideró insuficiente las nuevas flexibilizaciones y criticó el bloqueo al que está sometida la isla desde las épocas de la Guerra Fría. Pero es el Congreso el que podría levantarlo. La presión del lobby cubano de Florida impide esa decisión, pese a que EE.UU. mantiene fluidas relaciones con otras naciones comunistas como Vietnam o no democráticas y autoritarias como Arabia Saudita.
“La publicación de algunas regulaciones sobre las medidas anunciadas el 16 de mayo por el gobierno de EE.UU. respecto a Cuba confirma el carácter extremadamente limitado de este paso, la vigencia absoluta del bloqueo económico y de los aspectos más agresivos de las medidas de Trump”, reprochó el canciller cubano, Bruno Rodríguez. ■