El Fondo revisará a la baja su cálculo de crecimiento mundial
El FMI revisará a la baja su proyección de crecimiento mundial para este año debido a una combinación de factores que incluyen la guerra en Ucrania, la alta inflación y la desaceleración del crecimiento en China, dijo su portavoz este jueves. Es un panorama que también produjo un alarmante informe de la FAO, la organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura.
“Podemos esperar razonablemente que se revise a la baja la previsión de crecimiento para 2022 respecto a lo que pronosticábamos hace tan solo un mes y medio”, dijo Gerry Rice durante una conferencia de prensa.
En abril, en su último informe de Perspectivas de la economía mundial, el FMI ya había rebajado sus proyecciones de crecimiento global a 3,6%, 0,8 puntos porcentuales menos que lo anticipado en enero. El FMI publicará sus pronósticos de crecimiento global actualizados a fines de julio.
“Han sucedido muchas cosas y han sucedido muy rápido”, explicó Rice. “La guerra en Ucrania continúa. Los precios de las materias primas siguen siendo muy volátiles, los precios de la energía, y en particular los precios de los alimentos, son muy altos. La desaceleración de la economía china... parece ser más grave de lo esperado”, dijo. También señaló que la inflación continúa acelerándose “particularmente en una serie de economías avanzadas, lo que lleva a un endurecimiento de la política monetaria”. Finalmente, es “una confluencia de crisis” que pesan todas sobre el crecimiento, afirmó Rice.
El lunes, la otra gran institución multilateral en Washington, el Banco Mundial, había anunciado que ahora espera un crecimiento global del 2,9%, frente al 4,1% estimado en enero con riesgo de estanflación.
Ese escenario es para la FAO muy grave para los países importadores de alimentos. “Es preocupante que muchos países vulnerables paguen más, pero reciban menos alimentos”, lamentó la FAO en su informe “Perspectivas alimentarias”. La invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero ha tenido un impacto global al agravar las crisis alimentarias debido al alza de los precios de cereales y fertilizantes.
“El costo mundial de las importaciones de alimentos aumentará en US$ 51.000 millones de dólares con respecto a 2021, de los cuales 49.000 millones se deben al aumento de los precios”, señaló. Este aumento se explica por “la subida de los precios y los costos del transporte y no por el aumento de los volúmenes”, subrayó. En 2022, de hecho, “la producción mundial de los principales cereales disminuirá por primera vez en cuatro años” y su uso mundial también “registrará un descenso por primera vez en 20 años”, apuntó.■