El populista Mélenchon desafiará a Macron buscando el sillón de premier
Admirador de Chávez, su alianza electoral está cabeza a cabeza para las legislativas de este domingo.
La campaña para la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia termina este viernes, antes de la veda obligatoria. Es Hamlet el protagonista: “Será o no será”. El populista pro chavista Jean-Luc Mélenchon incorporó a Shakespeare cuando planteó que será el primer ministro francés si consigue imponer su alianza (NUPES) como mayoría en la Asamblea Nacional. Se va a definir en el balotaje del 19 de junio.
“¡Sí, hombre, lo nombrarás!”, soltó el rebelde Manuel Bompard. Fue la respuesta al jefe de Estado francés Emmanuel Macron, que declaró que “ningún partido político puede imponer un nombre al presidente”. Macron no quiere que le fuercen las manos tras las legislativas. Mélenchon, que quiere ser “elegido primer ministro” por decisión de la Asamblea Nacional, ha transformado la tardía campaña de las legislativas en la tercera vuelta de las elecciones presidenciales.
El voto de los Ni, que no querían ni a Macron ni a la populista ultraderechista Marine Le Pen, llevaron a Mélenchon al tercer lugar en las presidenciales y en el balotaje se convirtió en el árbitro. Macron llegó a ser reelegido con los votos de los Ni de Mélenchon.
El presidente prefiere que la persona que designe primer ministro salga del Parlamento. “Ningún partido político puede imponer un nombre al presidente”, dijo. Precisamente, Mélenchon no será candidato a diputado de Bouches du Rhone. Pero cree que su alianza NUPES, que reúne a los comunistas, los ecologistas, socialistas y la Francia Insumisa, va a conseguir 205 bancas y le arrancará la mayoría absoluta a Ensemble, el partido de Macron. La Asamblea forzaría al presidente a nominarlo premier, con la amenaza de la moción de censura.
¿Qué pasa, legal y políticamente? Si la alianza Nupes (Nueva Unión Popular Ecológica y Social) gana las legislativas, ¿puede Macron oponerse al nombramiento de Mélenchon como jefe de gobierno?
Para Paul Cassia, profesor de derecho público en la Universidad Panthéon-Sorbonne, “debemos distinguir entre derecho y práctica”. Según el artículo 8 de la Constitución, es el Presidente de la República quien nombra al Primer Ministro. “Es un poder discrecional, él puede elegir a quien quiera”, explica el profesor. “En teoría, nada obliga a Macron a nombrar a Mélenchon, sea cual sea el resultado de las elecciones legislativas”, explica el especialista.
De hecho, el Jefe de Estado estaría obligado a tener en cuenta “las consideraciones políticas” y la “necesidad de que el gobierno no sea derrocado” en caso de cohabitación.
De conformidad con el artículo 49 de la Constitución, la Asamblea Nacional puede efectivamente cuestionar la responsabilidad del gobierno mediante la votación de una moción de censura, si una décima parte de los diputados reclama su renuncia. “Si NUPES tiene la mayoría, Macron tendrá que nombrar primer ministro a Mélenchon”, concluyó Paul Cassia.
Pero para Benjamin Morel, profesor de derecho público de la Universidad Paris-Panthéon-Assas, “también podría nombrar a alguien que fuera aceptable para socialistas, ecologistas” , sin que fuera el líder populista, y así “probar” la nueva alianza entre los Insumisos de Mélenchon y la izquierda. Como resultado, el presidente formaría una “mayoría alternativa” a la de la Nueva Unión Popular Ecológica y Social.
“El PS y la EELV sólo están vinculados por un acuerdo moral con la Francia Insumisa”, dijo el profesor. Esta operación sería “teóricamente posible” pero, de nuevo, “políticamente arriesgada”, resumió Paul Cassia.
Son tiempos muy difíciles en la política francesa, en medio de la crisis del costo de vida, inflación, desabastecimiento, alza imparable de los combustibles y los alimentos. Dos de cada tres franceses quieren la cohabitación pero no a Mélenchon como premier. En la historia de la Quinta República, era costumbre que el jefe de Estado designara al líder de la mayoría en caso de convivencia entre dos fuerzas políticas en el poder.
“En 1986 como en 1997, la lógica consistió en elegir al líder del partido o de la coalición que ganó las elecciones legislativas, a saber, Jacques Chirac y luego Lionel Jospin”, recuerda Pierre-Frédéric Charpentier, profesor de historia política en el IEP de Toulouse. En 1993, siguiendo la misma lógica, Chirac, entonces líder de la victoriosa coalición entre el RPR y la UDF, dejó que Édouard Balladur se instalara en Matignon (la residencia y oficina del premier). Si gana la coalición de izquierda y si decide seguir la tradición, Macron debería nombrar a Mélenchon.
Francia es estricta con la difusión de sondeos antes de la elección. El viernes a la noche se inicia la veda electoral hasta que el domingo se vota en la primera vuelta. Ese día después de las 10 de la noche se conocerán los resultados. Pero el veredicto final será el 19 de junio.
Una encuesta publicada este martes otorga al movimiento presidencial Ensemble 290 diputados en la Asamblea, según las previsiones más optimistas. Eso es sólo un escaño por encima de la mayoría absoluta.
La elección de este domingo promete ser una de las más complejas de los últimos años. No se garantiza que el oficialismo obtenga la mayoría absoluta y NUPES podría dar la sorpresa.
Todos los institutos especializados, sin embargo, proyectan mayoría de escaños para la oficialista Ensemble (ex-LaREM) Horizons, Agir y MoDem, ya sea relativo (menos de 289 elegidos, pero más que el resto de grupos) o absoluto (más de 289 diputados).■