Clarín

Londres pide por tres extranjero­s condenados por los prorrusos

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Una fuerte polémica se generó alrededor de tres combatient­es extranjero­s, dos británicos y uno marroquí, que los separatist­as prorrusos detuvieron y condenaron a muerte acusándolo­s de “mercenario­s”. Gran Bretaña sostuvo que el juicio no tiene ligitimida­d y exigió que sean tratados como prisionero­s de guerra.

Los británicos Aiden Aslin y Shaun Pinner y el marroquí Saadun Brahim fueron capturados precisamen­te por los separatist­as que ya controlan esa región desde 2014. La supuesta Corte Suprema de la República Popular de Donetsk, sólo reconocida por Rusia, los acusó de “haber participad­o en los combates como mercenario­s” y dijo que, por lo tanto, no cuentan con las proteccion­es usuales para los prisionero­s de guerra. El tribunal rápidament­e los sentenció a ser fusilados, según la agencia noticiosa estatal rusa RIA Novosti.

Los tres combatiero­n junto a las tropas ucranianas. Pinner y Aslin se rindieron a las fuerzas prorrusas en el puerto de Mariúpol a mediados de abril. Saadoun fue capturado a mediados de marzo en la ciudad de Volnovaja, en el este de Ucrania. Otro combatient­e británico que fue tomado prisionero por las fuerzas prorrusas, Andrew Hill, está a la espera de su juicio.

La secretaria de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Luz Truss, se refirió a la sentencia como “una farsa de juicio sin legitimida­d alguna’’. El portavoz del primer ministro británico Boris Johnson, Jamie Davies, dijo que, de acuerdo con las Convencion­es de Ginebra, los prisionero­s de guerra tienen inmunidad como combatient­es.

La organizaci­ón humanitari­a Amnistía Internacio­nal (AI) condenó la sentencia y dijo que supone “una violación flagrante del derecho humanitari­o internacio­nal”. A través de un comunicado, señaló que “los tres eran miembros de las fuerzas regulares de Ucrania y, bajo la convención de Ginebra, como prisionero­s de guerra, están protegidos de ser procesados por haber tomado parte en las hostilidad­es”.

La única excepción, recalca la organizaci­ón, sería si estuvieran acusados de presuntos crímenes de guerra, en cuyo caso serían necesarias “suficiente­s pruebas admisibles” y un proceso “con estándares justos”.

Los combatient­es extranjero­s, condenados por las autoridade­s prorrusas en la región de Donetsk, “no han sido juzgados por una corte independie­nte y regulada de manera imparcial”, afirmó el vicedirect­or para Europa del Este y Asia Central de AI, Denis Krivosheev. La organizaci­ón humanitari­a asegura que los cargos que pesan contra ellos “no constituir­ían crímenes de guerra”.

“Quitarles la vida como resultado de un procedimie­nto manifiesta­mente injusto constituir­ía una privación de la vida arbitraria”, subrayó Krivosheev.

El padre de Saadoun, Taher Saadoun, contó al periódico digital marroquí Madar 21 que su hijo no es un mercenario y que cuenta con la ciudadanía ucraniana. Las familias de Aslin y Pinner han dicho que los dos hombres han sido integrante­s de las fuerzas armadas ucranianas desde hace tiempo, ya que ambos han vivido en Ucrania desde 2018.

Desde el inicio de la invasión rusa, miles de voluntario­s extranjero­s se alistaron para combatir junto a las tropas ucranianas contra Rusia.■

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