EE.UU. espera que se retenga el avión, señalado en su lista negra
El Gobierno debe definir si cumple con un embargo de Washington o le devuelve la nave a Maduro.
La situación de los cinco iraníes que llegaron en el vuelo de Emtrasur es distinta a la del Boeing 747 que, hasta el año pasado, perteneció a Irán. (Según algunas fuentes, a la Guardia Revolucionaria y otras mencionan al Grupo Kuds, apuntado como una organización terrorista). El juez Villena seguramente le reintegrará los pasaportes a los iraníes, pero la devolución del avión es un problema, sobre todo diplomático.
La Embajada de EE.UU. se mantuvo hasta ayer en silencio. Pero se sabe que “le pasó información al gobierno argentino pidiéndole cooperación dadas las sanciones vigentes”. Se trata de las aerolíneas Mahan Air y Conviasa que "estan ambas en listas de entidades sancionadas bajo los programas de sanciones a Irán y Venezuela", respectivamente explicó un especialista.
En principio, todos los activos de empresas embargadas quedan sujetas a la sanción bajo la ley americana y EE.UU. "espera sean inmovilizados y reportados a la Oficina de Control de Activos Extranjeros de EE.UU. (OFAC, en inglés)".
Puede ser que al gobierno del Frente de Todos, sobre todo a la vicepresidenta Cristina Kirchner no le importe la lista negra de la OFAC por ser una estrecha aliada del chavismo.
Pero "a las empresas que colaboren con el avión y tengan operaciones en EE.UU. sí les debería importar, porque sus operaciones en EE.UU. podrían verse afectadas por colaboración con evasión de sanciones" como YPF o la sucursal local de Shell.
Las empresas argentinas no le quieren dar combustible al avión por miedo a sufrir sanciones de Washington. Sucede que ayudar a evadir sanciones del departamento de Estado en otros países “es un delito penado en Estados Unidos”, explicó un especialista a Clarín.
Las sanciones implican un embargo de la nave por las violaciones a los Derechos Humanos del régimen chavista y en el caso de Irán, por terrorismo. Seguramente, el juez Villena también querrá saber si la Justicia de Estados Unidos hizo alguna solicitud específica al respecto.
Por ejemplo, un juez de EE.UU. pidió la captura del número dos del chavismo, Diosdado Cabello, quien quiso entrar hace dos meses al país desde Bolivia. Y una jueza de Jujuy dispuso su detención que no se cumplió porque alguien le avisó que si pisaba Argentina iba preso.
La extraña llegada del Boeing 747 produjo diferencias dentro del Gobierno. Migraciones informó a Inteligencia Criminal que maneja Aníbal Fernández -quien tiene una aceitada relación con EE.UU.- y a la AFI de Rossi. Pero, hasta ahora, el canciller Santiago Cafiero prefiere dejar trascender que es un problema “del ministerio de Seguridad”. Cafiero viene de la Cumbre del as Américas en Los Angeles, donde el presidente Alberto Fernández le bajó sus críticas al rechazo del anfitrión a invitar a Venezuela, Nicaragua y Cuba, y espera una cumbre con Biden en julio.
El Gobierno no puede decir que se enteró de los vuelos el lunes. El mes pasado, la nave había tenido problemas en Paraguay (Ver página 8).
El gobierno del presidente Luis Lacalle Pou directamente prohibió al avión aterrizar en Uruguay para cargar combustible y evitó meterse en un complejo entramado. Pero como, a diferencia del caso Diosdado, no hay una pedido de un juez norteamericano, dejar salir al avión será una decisión política de alto nivel.