¿Crisis de la democracia? ¿Qué crisis?

Uno de los grandes debates contemporáneos está sin duda relacionado con la crisis de la democracia a nivel global, como así también con el surgimiento de alternativas “iliberales” a la democracia. América Latina por cierto no ha sido ajena a este debate intelectual y político sobre la crisis democrática.

Permítanme llevar a cabo un breve recorrido por los factores externos e internos (o “pandemias”) que permiten explicar en parte la crisis en nuestra región.

Un ambiente internacional desfavorable a la democracia, al contrario de lo sucedido durante el comienzo de la tercera oleada democrática, una crisis sanitaria mundial ocasionada por el virus Covid-19, la crisis y el descrédito de las alternativas democráticas como resultado de la ineficacia e ineficiencia gubernamental evidenciada y el auge de los populismos de izquierda y/o derecha representan los factores exógenos principales.

Sumado a la pandemia de Covid-19, nuestra región ya se encontraba conmocionada por otras “pandemias” preexistentes entre las que podemos señalar:

a) El deterioro del normal funcionamiento del Estado de derecho, cuyos principales desenlaces han sido entre otros el autogolpe en Venezuela durante 2017, una crisis constitucional en Perú entre los años 2019/2021, y la crisis de legitimidad en Bolivia que dio lugar a la renuncia del ex presidente Evo Morales en 2019.

b) El retorno de la intervención militar en la arena política sea a través de la acción indirecta de las Fuerzas Armadas, como aconteció en Brasil durante el 2016 y en Bolivia durante el año 2019, y/o a expensas e iniciativa del poder civil, tal como aconteció en Honduras como consecuencia de la destitución de Manuel Zelaya en 2009, y en México con la mayor presencia de las Fuerzas Armadas en el combate contra la inseguridad urbana durante la presidencia de Andrés Manuel López Obrador.

c) Protestas callejeras contra el rendimiento del sistema político como común denominador, aunque sobre la base de motivaciones dispares siendo ejemplo de ello la ilegitimidad del proceso electoral 2019 en Bolivia, el aumento de los combustibles durante el mismo año en Ecuador y del transporte subterráneo en Chile, la escasez de alimentos y libertades públicas en Cuba durante el mes de julio de 2021, o la crisis social en Colombia en 2021 y parte del corriente año 2022.

d) Un esquema de corrupción con carácter sistémico, como resultado de diferentes causales como por ejemplo una ingeniería electoral que ocasiona problemas crónicos de gobernabilidad, el impacto de la revolución tecnológica sobre las campañas electorales y la gestión gubernamental, y una estrecha imbricación entre intereses públicos y privados que llevan a la colonización del Estado como consecuencia de la intervención estatal extendida.

¿Cuál ha sido el impacto principal sobre la calidad de los regímenes democráticos en la región? En un estudio de próxima publicación sobre el estado de la democracia en América Latina en 2021 con base en 17 países de la región, 4 de ellos han sido definidos como democracias plenas (23,52 %), 8 como democracias imperfectas (47,05%), 2 como autocracias competitivas (11,76%) y 3 como autocracias plenas (17,64%).

Dos conclusiones podemos extraer: primero, más de la mitad de los países de América Latina viven en alguna forma de democracia; segundo, las democracias imperfectas predominan en la región. No se trataría entonces una crisis de cantidad, sino de calidad.■