A Tigre le faltó lo que le sobró a Barracas Central: eficacia
El último subcampeón del fútbol argentino, Tigre, empató contra Barracas Central 1-1 en el estadio José Dellagiovanna y no se fue conforme. Durante los 90 minutos la pelota fue siempre del Matador. Pero Barracas Central hizo lo que sabe hacer: mostrar solidez y ser efectivo.
Lo mejor se vio luego del primer cuarto de hora. El Guapo le hizo honor a su apodo y puso la fibra necesaria para contrarrestar el dominio posicional del local. A los 22 minutos del primer tiempo Bruno Sepúlveda convirtió de cabeza luego de un centro desde la derecha del capitán Iván Tapia. El hijo del Chiqui conectó un buen balón cruzado que el atacante acarició con sutileza. Imposible para el arquero. La única ocasión de gol de los visitantes fue aprovechada y el local debió sacar del medio.
El primer remate al arco de Tigre llegó a la media hora de juego. Prieto intentó desde afuera, pero el derechazo salió desviado a varios metros del palo derecho que defendía Saracho, la figura del partido. Después intentó Colidio y luego Protti tras un centro de Obando. Colidio tuvo la posibilidad de igualar nuevamente en sus pies, pero en soledad desperdició su chance. Y sobre el final Magnín fusiló al arquero que contuvo con seguridad. Así, los entrenados por Berti se fueron 1-0 arriba a los vestidores. La bronca era del Matador.
La clave estaba en el banco de suplentes. A los 25 minutos del primer tiempo entró Mateo Retegui al campo de juego. Le bastaron apenas unos minutos para conectar un cabezazo potente que se fue afuera. Un aviso de lo que iba a pasar.
Diego Sosa, que reemplazó a Menossi, tiró un centro venenoso desde el lado izquierdo que el atacante surgido en Boca no desperdició. El Chapita se elevó por los aires y cabeceó el balón con mucha potencia a la derecha del arquero. El esférico infló la red a los 31 minutos y así el marcador se puso 1-1.
A Tigre le sobró la posesión de la pelota, pero le faltó eficacia. En cambio, el Guapo llegó muy poquito y no necesitó más para convertir.