La historia de amor de dos ex Leonas que las llevó a ser madres
Luchetti hizo un tratamiento y llevó al bebé en su vientre mientras D’Elía aportó el óvulo.
La vida siempre tiene algo más para regalar. Y después de la gloria, el oro y el reconocimiento del hincha argentino, a Rosario Charo Luchetti (37 años) y Silvina Piti D’Elía (36) el futuro les tenía algo mejor: una vida juntas y un hijo que las llena de felicidad.
Ambas son dos referentes de las Leonas que eligieron Mendoza para construir una casa y formar una familia. Hoy disfrutan de los paseos en las cálidas siestas mendocinas y las impresionantes vistas a la cordillera nevada mientras planean proyectos ligados al hockey sobre césped.
Cuando se conocieron en 2003 como parte de las Leoncitas compartían los entrenamientos, viajes y competencias y consiguieron una seguidilla de triunfos. Como integrantes del seleccionado mayor lograron el Mundial de 2010 en Rosario y la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012.
Y aunque no perdieron la esencia del deportista y la competencia sus vidas giran en torno a Tomás, el bebé que nació el 7 de marzo y apenas tiene tres meses.
Hace ocho años que están en pareja. De una amistad como compañeras de juego surgió el amor. La idea de tener un bebé la tenían desde 2018, pero la convocatoria del entrenador Carlos Chapa Retegui para sumarlas al equipo que iría a los Juegos de Tokio cambió los planes.
Pandemia de por medio dejaron el seleccionado, se mudaron a Mendoza y volvió la idea de tener un hijo. El embarazo lo llevó Luchetti como madre gestante. Ella es quien ahora le da de mamar y quien pasa mayor tiempo con el bebé.
El resto del cuidado de Tomás, como cambiar pañales y hacerlo dormir, tratan de repartirlo por igual. Confiesan a coro que lo más difícil es “no poder dormir de corrido” porque el niño demanda mucha atención.
En ese aprendizaje diario que es la maternidad, Luchetti dice: “Nadie te enseña, todos te hablan desde su experiencia pero cada uno lo vive a su manera y hay cosas que se aprenden cuando te tocan”.
Ahora la prioridad es el bebé. D’Elía cuenta que ella es la que sale a trabajar todas las tardes como coordinadora de divisiones inferiores de Marista, donde comenzó su carrera.
Toda esta nueva vida junto al bebé estuvo planeada. “Eran muy fuertes las ganas de ser mamá. El embarazo y el parto fueron maravillosos”, asegura Luchetti, quien surgió de Belgrano y jugó entre 2005 y 2021 en las Leonas alternando entre su puesto original de volante y delantera.
Para quedar embarazada se sometió a un tratamiento que incluyó la donación de espermatozoides y el óvulo extraído a D’Elía a través de una fertilización in vitro. “Me sacaron como 15 óvulos de los cuales finalmente quedaron tres embriones: dos están congelados y uno es Tomi”, cuenta D’Elía. la mendocina que jugó como defensora entre 2003 y 2021 en las Leonas.
Si agrandan la familia es posible que intercambien los roles y que D’Elía sea la mamá gestante. Es el plan inicial, pero el tiempo dirá.
El nombre de Tomás lo tenían pensado de antes y no hubo discusión en la pareja. Lo más complicado fue decidir cuál de los dos apellidos llevaría en primer término el hijo. Como si se tratara del arranque de un partido, la solución vino por un sorteo. Al final la moneda cayó para un lado y lo inscribieron como D’Elía-Luchetti.
“Tomy es un nene muy alegre, lindo, tierno y está empezando a hacer sus primeros sonidos. Estamos felices”, cuenta D’Elía, enamorada de su bebé.
La familia se completa con Saroo, el perro que Luchetti encontró en la calle cuando fue a jugar un torneo en Buenos Aires. Fue un impulso y se lo llevó a su casa. Y de ahí, a vivir en Mendoza.
Las campeonas aseguran que el día ideal para compartir en familia es el viernes. Porque “es el único día que no entreno y me puedo quedar en casa con Charo y Tomi. Desayunamos y salimos a pasear con el perro, disfrutamos del calorcito de la siesta y al atardecer encendemos la parrilla para comer algo rico”, describe D’Elía.w