Un proyecto en Europa con una familia más grande
El futuro cercano las llevará a algún nuevo destino ligado al deporte que tanto aman. Piensan en Europa como una posibilidad. Aunque no están seguras si será como jugadoras o entrenadoras. “Eso sí: nos gusta movernos, cambiar de lugar”, dice Rosario Luchetti.
“También nos gusta vivir el momento y eso nos dejó el seleccionado; porque cada momento hay que vivirlo y sentirlo, Ahora estamos en Mendoza felices, pero no planeamos cómo será la vida de acá a 10 años”, sostiene Silvina D’Elía. Sin embargo menciona que un proyecto pendiente es estar algunas temporadas afuera como jugadores y entrenadoras. Aunque asegura: “No podemos demorarlo mucho más porque el cuerpo no es lo mismo a los 26 que a los 36”.
D’Elía volvió a jugar en la Primera de Marista y Luchetti acaba de sumarse de a poco a los entrenamientos del club mendocino. Es posible que en la próxima temporada terminen jugando para el mismo equipo para concretar otra vez un sueño.
“Jugar juntas es algo que disfrutaríamos un montón; ahí se terminará la competencia y será un placer”, cuenta Luchetti.
Y sobre el proyecto de la familia, también hay planes. “Nos gustaría que Tomás tenga un hermanita o hermanito. Ser hijo único sería aburrido”, sostienen las mamás Leonas.
Tomás ya recibió de regalo dos camisetas: una de Marista y otra de Boca porque ambas son fanáticas.
Pero aún nadie le regaló un palo de hockey, aunque saben que no tardará en llegar. “No por qué hayamos sido Leonas, Tomi tendrá que jugar al hockey. Queremos que elija el deporte que más le guste”, dice D’Elía.
Su único deseo es que su hijo juegue una disciplina en equipo porque destaca que “te da un montón de herramientas para la vida” y se aprende que “uno no está por encima de otro sino en función del equipo”.
En definitiva pretende transmitirle el espíritu de pertenencia y entrega al equipo que fue fundamental en el éxito de las Leonas a lo largo de más de 20 años. w