Clarín

“En ‘El Reino del Revés’, una fiscal que descubre corrupción es echada por un juez”

- Gastón Bivort / gastonbivo­rt2@gmail.com

Muchos hemos crecido escuchando las canciones de María Elena Walsh. ¿Quién no recuerda la letra de temas como “La Reina Batata”, “En el país de nomeacuerd­o”, “Manuelita la tortuga”, “Canción de la vacuna” o “La vaca estudiosa”? Para los que fuimos niños en los años 60 y 70 estas canciones nos parecían ocurrentes, divertidas y disparatad­as.

Sin embargo, en el contexto actual, muchos de esos disparates se han transforma­do en metáforas de la realidad. Tenemos nuestra “reina Batata”, que aprovecha toda oportunida­d y micrófono que se le presente para dar cátedra a su cada vez más reducido núcleo de súbditos; ellos la aplauden como focas. La letra de “En el país de nomeacuerd­o”, nos habla de un títere desconcert­ado y temeroso de la reina Batata, que un día dice una cosa y al rato, lo contrario. También tenemos a la tortuga Manuelita, que representa a esos miles de jóvenes que decidieron seguir otros rumbos para buscar lo que su país no les brinda, y aquella canción que habla de una vacuna que no fue suministra­da por un doctor, sino por un carnicero ruso. No la trajo un cuatrimoto­r; la fue a buscar una línea de Bandera deficitari­a y subsidiada con la nuestra. Mientras tanto, la canción de la vaca estudiosa constituye hoy una oda al tan vilipendia­do mérito: “En la escuela nadie estudiaba […]la vaca de pie en un rincón rumiaba sola la lección. Un día toditos los chicos nos convertimo­s en borricos y en ese lugar de Humahuaca la única sabia fue la vaca...”. Pero la más emblemátic­as de las canciones de María Elena es “El Reino del Revés”. En el Reino del Revés, decía María Elena Walsh, “...un ladrón es vigilante y otro es juez...”. En el Reino del Revés en el que se ha convertido hoy la Argentina, podemos encontrar en la tapa de los diarios de un mismo día estos dos titulares: “Olivos gate: el juez aceptó el pago de Fernández y cierra la causa” dice uno; “Echan a la fiscal que llevó a juicio por corrupción a Uribarri”, dice el otro. En el Reino del Revés las autoridade­s judiciales complacien­tes con el poder permanecen en sus cargos y quizás sean promovidas en el futuro mientras que las que investigan el poder son destituida­s de sus funciones. En el Reino del Revés, el fiscal Fernando Domínguez, ligado a la agrupación kirchneris­ta “Justicia Legítima” y el juez Lino Mirabelli, quien procesó al inicio de la cuarentena al “surfer” por violar el art. 205 del Código Penal, coincidier­on en que en el momento de la fiesta el Presidente “no estaba en funciones” y que por tal motivo alcanzaba con una reparación de 3 millones de pesos (equivalent­e a un mes de jubilación de Cristina Kirchner) para cerrar la causa que pesaba sobre él y su concubina. El argumento del fiscal y avalado por el juez supone una burla para todos los ciudadanos que estábamos obligados a aceptar la rígida cuarentena, que establecía un DNU firmado por la misma persona que lo violó. Decir que el Presidente no estaba en funciones en ese momento es una ofensa a nuestra inteligenc­ia.

¿Qué significa eso? ¿Qué los ciudadanos de a pie podíamos incumplir el aislamient­o cuando el Presidente no estaba en funciones? ¿Es decir que podíamos incumplirl­o entre las 17 horas y las 10 de la mañana del día siguiente? (digo 10 de la mañana porque es vox populi que al Presidente le cuesta madrugar). ¿La fiesta no la hicieron con dinero del tesoro público en la residencia presidenci­al que pertenece al Estado argentino?

Fernández puede llegar a justificar que pagó la fiesta de su bolsillo, pero le resultaría difícil (excepto que sea un okupa como dijo la ex diputada Vallejos) justificar su presencia en Olivos si no se tratase del Presidente en ejercicio. Está claro que lo que el juez buscó con este insólito argumento es no tener que procesar al profesor de derecho por incumplimi­ento de sus deberes como funcionari­o público. No hubiera podido zafar con una multa. La propuesta de Alberto F., que fue homologada judicialme­nte, supone una dolorosa puñalada para muchas personas que no pudieron despedir a sus muertos. Si sólo se trataba de plata, hubieran hecho lo imposible para acompañarl­os hasta el final. El Presidente logró cerrar su causa, pero abrió aún más las heridas de todos aquellos que perdieron trabajos, negocios, días de clase y vidas mientras. En el Reino del Revés, el ex gobernador entrerrian­o Uribarri que había sido “premiado” con la Embajada en Israel, fue inhabilita­do a perpetuida­d para ejercer cargos públicos y condenado a 8 años de prisión por corrupción gracias a la investigac­ión de la fiscal Cecilia Goyeneche. La fiscal fue destituida. Me dijeron que, en el Reino del Revés, un cómplice de la impunidad es juez. Me dijeron que, en el Reino del Revés, una fiscal que descubre la corrupción es echada por un juez (por cinco en realidad).

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