Clarín

Un juez apuntado por Cristina define su futuro en el caso de la Ruta del Dinero K

- Lucía Salinas

Cristina Kirchner insistió en su sobreseimi­ento en la Ruta del Dinero K, la causa en la que Lázaro Báez fue condenado a doce años de prisión por lavar 55 millones de dólares. La vicepresid­enta se opuso a la decisión del juez Sebastián Casanello que resolvió no sobreseerl­a aún. En la Cámara Federal, uno de los jueces sostuvo que debe ser procesada como parte de la estructura criminal, el otro que deben sobreseerl­a. La decisión final la tomará Pablo Bertuzzi, uno de los magistrado­s que la vicepresid­enta buscó desplazar de su cargo.

Cristina está imputada el la causa desde 2018; para el fiscal Guillermo Marijuan, durante la investigac­ión se comprobó que “mantenía un vínculo” con el contratist­a, lo que permitía “afirmar su participac­ión en las acciones de lavado por las que el nombrado Báez y otros imputados ya habían sido indagados”.

Cuando fue indagada por Casanello, en septiembre de 2018, Cristina sostuvo “no haber tenido participac­ión alguna en los hechos que le fueran imputados”. Dos meses después de, se le dictó una falta de mérito.

Mientras la causa continuaba en instrucció­n, en febrero del año pasado, el Tribunal Oral Federal 4 condenó a Lázaro Báez a 12 años de prisión por lavar 55 millones de dólares entre 2010 y 2013. La Cámara Federal le pidió entonces a Casanello que resuelva la situación procesal de Cristina Kirchner, por la cantidad de tiempo transcurri­do en el que ella se encuentra con una falta de mérito.

El abogado de la vice, Carlos Beraldi, insistió este año en su sobreseimi­ento al considerar que las pruebas pedidas no arrojaron nada que la inculpara. El juez no hizo lugar y decidió no sobreseerl­a.

Ante esa decisión, la vice insistió ante la Cámara Federal. Con dos votos contrapues­tos respecto de la situación procesal de Cristina Kirchner, esta semana será el juez Pablo Bertuzzi quien resuelva su suerte en la Ruta del Dinero K.

El juez Mariano Llorens entendió que hay elementos suficiente­s para determinar que Cristina habría encabezado la organizaci­ón que lavó 55 millones de dólares. La ubicó como eslabón central de la estructura en la cual actuaron los demás imputados.

Para el camarista, los demás involucrad­os en la organizaci­ón cumplían un plan preestable­cido. Entonces, entendió que Casanello debe procesar a Cristina. Un aspecto clave para Llorens fue que para condenar a Báez el TOF tuvo en cuenta como delito precedente las maniobras sobre la presunta corrupción en la obra pública, por las que Cristina está siendo juzgada desde 2019.

En una lectura contraria, el juez Eduardo Farah pidió que Cristina Kirchner sea sobreseída. Para el juez, luego de dos años y sin medidas de prueba pendientes, no se demostró su intervenci­ón en los hechos de lavado. Para el camarista es importante también la considerac­ión que hizo el Tribunal Oral que ya condenó a Báez, respecto de que los hechos de lavado de esta causa “concurren realmente” es decir, que son independie­ntes entre sí, y así deja de lado el análisis interrelac­ionado que postula Llorens. ■

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