Fuerte caída en las Bolsas por temor a una mayor inflación y a un freno de la economía
Los mercados cedieron por encima del 2% en promedio, en un clima de pesimismo por el futuro. Los inversores sospechan que la FED subirá mañana miércoles su tasa de interés para bajar una inflación del 8,6% en EE.UU., la más alta en 40 años.
Las principales Bolsas de todo el mundo, con Wall Street a la cabeza, vivieron ayer una jornada negra de caídas generalizadas por encima del 2 %, debido al temor de que la alta inflación provoque una desaceleración de la economía y, en definitiva, una inevitable recesión.
Al mismo tiempo, los operadores bursátiles sospechan que la FED, el Banco Central estadounidense, podría mañana miércoles aumentar su tasa de interés en tres cuartos de punto porcentual debido al impulso inflacionario. Eso es el triple de la cantidad habitual y algo que la entidad financiera no ha hecho desde 1994.
El índice S&P 500, formado por las principales empresas cotizadas de Wall Street, cerró ayer con un fuerte retroceso de 3,88%, instalándose en esa tendencia a la baja por primera vez desde 2020, en momentos en que los inversores están muy preocupados por la inflación del 8,6 % en Estados Unidos, las más alta en 40 años.
Al final de las operaciones en Nueva York, el Dow Jones cayó un 2,7 % y el índice Nasdaq, donde cotizan las principales compañías tecnológicas, perdió un 4,6 %. La Bolsa de Milán cayó un 2,79 %; la de París, el 2,67 %; Frankfurt, el 2,43 %; y Londres, la menos afectada, el 1,53 %. En el comienzo del día también se registraron cuantiosas pérdidas en los mercados de Asia. Tokio se desplomó un 3 % por la depreciación del yen frente al dólar a su nivel mínimo en casi 24 años y por la inquietud a una estanflación global. La Bolsa china de Shanghai perdió el 0,89 %, tanto por la inflación estadounidense como por nuevos brotes de Covid.
El centro de atención de Wall Street volvió a estar en la FED, que se esfuerza por controlar la inflación. Su método principal es elevar las tasas para desacelerar la economía, una herramienta que corre el riesgo de una recesión si se usa de manera demasiado agresiva. Con una FED obligada justamente a ser más agresiva, los precios se desplomaron para todo, desde bonos hasta bitcoin, desde Nueva York hasta Nueva Zelanda, y los mayores ganadores de la pandemia temprana a menudo recibieron los golpes más duros.
Si el miércoles se da el ajuste en los tipos de interés, nadie cree que la FED se detendrá allí. De ahí que los mercados se preparan para una serie continua de alzas más grandes de lo habitual. Eso se sumaría a algunas seña
les ya desalentadoras sobre la economía y las ganancias corporativas, incluida una lectura preliminar mínima récord sobre la confianza del consumidor que se vio afectada por los altos precios de las naftas a niveles sin precedentes.
Todo es un cambio brusco con respecto a principios de la pandemia, cuando los bancos centrales de todo el mundo redujeron las tasas a mínimos históricos e hicieron otros movimientos que apuntalaron los precios de las acciones y otras inversiones con la esperanza de impulsar la economía.
Tales expectativas también están enviando los rendimientos de los bonos estadounidenses a sus niveles más altos en años. El del Tesoro a dos años se disparó al 3,19% desde el 3,06% del viernes pasado, su segundo gran movimiento consecutivo al alza. Se ha más que cuadruplicado este año y alcanzó su nivel más alto desde 2008. El rendimiento a 10 años saltó a 3,32% desde 3,15%, y ese nuevo nivel encarecerá las hipotecas y muchos otros tipos de préstamos para hogares y empresas. Tiene un impacto electoral indudable.
Pero conviene observar el dato de lo que sucede con las inversiones de corto plazo, a dos años y a diez. Se supone que una colocación a más largo plazo debe tener una mejor renta. Sin embargo, hay datos en contrario por la disminución del optimismo sobre la economía. Es así que, si el rendimiento a dos años supera el de 10 años, para los especialistas es una señal clara de recesión inminente.
La crisis arrasa todo. Los viejos éxitos de las criptomonedas van quedando en el pasado después de que se dispararon a principios de la pandemia cuando las tasas de interés en mínimos históricos alentaron a algunos inversores a realizar las inversiones más riesgosas. Bitcoin cayó este lunes más de 14% respecto al día anterior por debajo US$23,973, según Coindesk. Los movimientos de la FED influyen mucho en este comportamiento porque las tasas más altas hacen que los inversores estén menos dispuestos a pagar precios altos por inversiones de riesgo. ■