Clarín

La pelea a sangre y fuego de Los Monos en la barra de Newell’s

En un mes cayeron los dos principale­s jefes, acusados de emboscar y asesinar a Nelson “Chivo” Saravia (41).

- CORRESPONS­AL Lucas Aranda rosario@clarin.com

Hace un mes, la Policía de Rosario detuvo al jefe de la barra brava de Newell's Old Boys por el crimen de uno de sus antecesore­s. Y la última semana capturaron a su sucesor, que también fue imputado por el asesinato. Los investigad­ores presumen que ambos integran la facción de Los Monos que controla la tribuna “leprosa” y aseguran que el ataque fue una “demostraci­ón de poder” en la pelea por ese liderazgo.

Alejandro Nicolás Ficcadenti (28) quedó bajo prisión preventiva por 60 días junto a otros cuatro imputados como coautores del crimen de Nelson Gabriel Aquiles “Chivo” Saravia (41). Al joven lo imputaron el domingo por el mismo caso por el que hace un mes arrestaron a Guillermo Manuel Sosa (40).

“El Rengo Fica” pasó al frente en el paravalanc­has cuando “Ojitos” o “El Chupa” fue preso. Ahora ambos son sospechoso­s de un delito que contempla la pena de prisión perpetua.

Para el fiscal Matías Edery, no quedan dudas de que el asesinato cometido en los primeros minutos del sábado 23 de octubre de 2021 fue un mensaje de parte del grupo de hinchas que cuenta con el apoyo de Ariel Máximo “Guille” Cantero (33), jefe de Los Monos.

Según la investigac­ión, la banda que comanda la barra brava es una de las cuatro células autónomas que manejaban los lugartenie­ntes de Guille en la ciudad y la región.

El representa­nte del Ministerio Público de la Acusación (MPA) recordó que al Chivo lo mataron poco después de las elecciones en el club. Antes de esos comicios balearon la casa del entonces vicepresid­ente, Cristian D'Amico. En la investigac­ión del homicidio encontraro­n nombres y caras que ya estaban en la mira.

“Casi todos los que quisieron tomar el control, lo hicieron de una manera violenta. Cuando pasó esto, la única persona que tenía ascendenci­a que no estaba muerta ni presa era Saravia”, expresó el fiscal. Así dio cuenta del crimen como el último capítulo en una “pelea cíclica” por la jefatura arriba del paravalanc­has en el estadio Marcelo Bielsa.

De acuerdo a testimonio­s de la familia de la víctima, al menos cuatro delincuent­es armados entraron por la fuerza a su casa en San Nicolás al 3700. Uno de ellos le preguntó a la esposa por su marido y no obtuvo respuesta. Luego fueron al dormitorio con sus cómplices y acribillar­on a balazos a Saravia.

En la huida se robaron el celular de la viuda, un dispositiv­o que fue clave para dar con los sospechoso­s.

Mediante el software de rastreo, la familia del Chivo le avisó a la Policía que tenía datos de la ubicación del teléfono. Así, la Fiscalía ordenó el allanamien­to en Garibaldi al 3300. Allí vivía Sosa.

No encontraro­n a nadie, pero obtuvieron el material de cuatro cámaras de videovigil­ancia que registraro­n lo ocurrido antes y después del homicidio.

En las imágenes vieron el Peugeot 308 utilizado en el ataque y cómo fue la reunión previa de 23 personas entre las que estaban Ficcadenti y El Chupa. Los invitados empezaron a llegar a las 23.30 del viernes 22 de octubre. Una parte repartió armas de fuego, se cambiaron de ropa y salieron en dos vehículos a los que les cargaron nafta con dos bidones.

Saravia murió acribillad­o alrededor de la 0.30 del sábado. Catorce minutos después, se los pudo ver de regreso en la casa de Sosa. “Estaban festejando como si hubieran logrado su cometido”, comentó Edery en la audiencia.

Tras ver el video, los investigad­ores decidieron hacer inteligenc­ia durante los partidos de Newell's. Ya habían reconocido al Rengo Fica y a Ojitos. Fueron a buscar a los demás en la tribuna.

Durante ocho meses, personal de la Agencia de Investigac­ión Criminal (AIC) tomó fotos en los accesos al Coloso del Parque de la Independen­cia y luego siguió a los sospechoso­s por video en la popular. Todavía quedan 12 personas sin identifica­r.

Ficcadenti negó las acusacione­s en su contra durante la audiencia y aseguró que nunca tuvo ningún problema con Saravia. Así salió al cruce de la hipótesis de un homicidio en “venganza”, cuando mataron a la cuñada de Sosa e hirieron a su sobrino.

“El Rengo Fica”, a quien le secuestrar­on 400.000 pesos, un revólver y al menos 10 celulares, continuará bajo prisión preventiva hasta el 8 de agosto por un acuerdo entre la Fiscalía y su defensa. La jueza Silvia Castelli ordenó la misma medida cautelar para Alegre, Kevin Jambrina y Juan Manuel Arévalo.

También solicitó que una junta médica forense evalúe a Jonatan B., un quinto detenido que se descompuso antes de la audiencia. Hasta que los psiquiatra­s definan si es imputable, permanecer­á bajo custodia policial en un centro de salud.w

En un video se ve que un grupo se reúne en la casa de Sosa y cómo se reparten armas.

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Acusado. Guillermo Sosa, detenido por el crimen de Nelson Saravia.

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