La confesión de Jelena Dokic: “Estuve a punto de saltar del piso 26”
Tiene 39 años y se retiró en 2014. De niña pasó por increíbles castigos de su padre. Dejó un mensaje esperanzador.
“28 de abril de 2022, estuve a punto de saltar del balcón del piso 26 y quitarme la vida”. Así, con esa crudeza y sinceridad, la ex tenista australiana Jelena Dokic confesó el martirio que vivió en los últimos meses y que casi tuvo un desenlace fatal.
La brutal revelación la hizo con un largo posteo en su cuenta oficial de Instagram, donde la ganadora de diez títulos WTA en el circuito profesional (se retiró en 2014) justificó que lo contaba porque sabe que no es la “única que está luchando”.
No es la primera vez que la semifinalista de Wimbledon 2000 se refiere a este tema. Afectada por la violenta relación con su padre, ya había dicho en octubre de 2021, aprovechando el Día Mundial de la Salud Mental, que había pensado en el suicidio.
Hay ciertos puntos de contacto entre ambos episodios: depresión y ansiedad. Aunque en su momento describió haber superado esta situación dramática, hoy vuelve a aparecer en las noticias por un nuevo problema de salud mental, que parecía que no volvería a amenazar su vida.
Y su narración es escalofriante: “Me saqué del borde, ni siquiera sé cómo lo logré. Buscar ayuda profesional me salvó la vida. No es fácil escribir esto, pero siempre he sido abierta, honesta y vulnerable con todos ustedes y creo profundamente en el poder de compartir nuestras historias para ayudarnos mutuamente”.
De todos modos, en esta publicación también baja un mensaje esperanzador para quienes pasan por una situación similar.
“No te avergüences de lo que sientes. Está bien sentirse triste, pero hay que seguir luchando y volver. Está bien sentirse así y se puede volver de ello. Es posible, sólo hay que seguir luchando y volver”, reza la parte final de su carta.
Y en relación a su caso personal también planteó un escenario optimista. “Algunos días son mejores que otros y a veces doy un paso adelante y luego un paso atrás, pero estoy luchando y creo que puedo superar esto”, describió, a corazón abierto.
Dokic nació el 12 de abril de 1983 en Osijek, Croacia, pero en 1991, como consecuencia de la Guerra de los Balcanes, sus padres emigraron a Serbia y luego se asentaron en Australia.
Allí empuñó por primera vez una raqueta y, aprovechando que el gobierno australiano se decidió a promover a jóvenes deportistas debido a la cercanía de los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, empezó a desarrollarse en el tenis y tuvo un prometedor comienzo.
Fue número 1 del mundo junior en 1998, mismo año en que ganó el US Open junior en singles y Roland Garros en dobles junto a Kim Clijsters, lo que llevó a Tennis Australia a reclutara, para darle forma a un talento en potencia.
Todo aquello que insinuaba se empezó a confirmar también a nivel profesional. En Wimbledon 1999, a sus 16 años y salida de la qualy, le ganó 62 y 6-0 a la suiza Martina Hingis, primera preclasificada, y dejó también en el camino a otra top ten como la canadiense Mary Pierce antes de caer en cuartos de final frente a Alexandra Stevenson. Continuó con su ascenso y en 2002 llegó a ser número 4 del mundo, su mejor ranking.
Sin embargo, pronto salieron a la luz problemas de larga data con su padre, Damir, que interrumpieron su crecimiento. “Él me golpeaba realmente fuerte. Empezó desde el primer día que jugué al tenis y luego se salió de control”, relató la tenista en su autobiografía Unbreakable.
Contó que su padre le escupía en la cara, le tiraba de los pelos y que llegó a pegarle hasta dejarla inconsciente. Como consecuencia de esos malos tratos su carrera no terminó siendo todo lo brillante que se esperaba y se retiró a los 29 años.
Las sospechas sobre Damir comenzaron en el US Open 2000, al que Dokic llegó como una de las grandes atracciones, tras ser semifinalista de Wimbledon. En pleno partido, borracho, insultó a su hija y cuando lo echaban del estadio le rompió el celular a un periodista. Tiempo después fue condenado a prisión por amenazas y posesión ilegal de armas.
Tiempo después Dokic recordó aquellos episodios a través de su cuenta de Instagram, acompañado de una imagen suya durante una conferencia de prensa: “Esta foto me trae mucha tristeza y dolor y fue tomada durante un periodo de mi vida en el que estaba experimentando depresión, ansiedad y trastorno de estrés postraumático. Solo unos años después casi terminé con mi vida”.
Todo lo acumulado se vio reflejado en su cuerpo. Encontró en la comida la manera de ocultar su sufrimiento y llegó a pesar 120 kilos. Un importante llamado de atención al que supo reaccionar. En 11 meses bajó 57 kilos.
“No era saludable, pero lo que era más importante, era muy infeliz y no tenía confianza en mí misma. No quería salir de casa e, incluso, rechacé oportunidades de trabajo porque era muy insegura e infeliz”, explicó a The Sun, en un momento en el que parecía que empezar a encontrar la felicidad que llevaba años buscando.
Pero lo cierto es que la australiana seguía inmersa en una enorme inestabilidad. Este lunes abrió su corazón y detalló una nueva situación dramática que la volvió a torturar. Y el relato fue estremecedor.