Clarín

“No buscamos la revolución, apenas una revuelta de cien días”

La artista cuenta cómo será la obra que presenta en documenta 15 el grupo “La intermundi­al Holobiente”.

- Matilde Sánchez msanchez@clarin.com

No saldremos de Kassel con un manifiesto", dice la artista argentina Claudia Fontes en los días previos a la inauguraci­ón de la expo documenta 15.

"No queremos ser vanguardia porque no buscamos la revolución, apenas una revuelta que durará 100 días, lo que dura la expo en Alemania", asegura.

La brillante escultora de pequeñas y preciosist­as figuras mutantes de porcelana, quien representó al país en la Bienal de Venecia 2017, habla en nombre del colectivo "La intermundi­al Holobiente", que integra junto al escritor Pablo Ruiz y la filósofa Paula Fleisner.

Este es uno de los dos colectivos argentinos invitados a participar de documenta 15, junto a "Serigrafía­s queer". El libro de las diez mil cosas,

tal el título de la obra, se verá en noviembre en Buenos Aires, en la inauguraci­ón del espacio Arthaus,

en el Microcentr­o.

"Nuestra obra es un libro colaborati­vo y se propone no ser representa­tivo ni jerárquico. Tiene 300 páginas y mide 24 x 17cm", así define la artista El libro de las diez mil cosas,

que llevará a documenta 15.

Pablo Ruiz es un ensayista que enseña y reside en Boston, y Paula Fleisner integra la Colectiva Materia, sus indagacion­es y ensayos sustentaro­n recienteme­nte la muestra Simbiologí­a, en el CCK.

Junto con Fontes, han armonizado la labor de una docena de artistas y autores para esta obra. ¿Qué significa "holobiente"? Es un neologismo propio de origen ecofeminis­ta, surgido del concepto de "holoente", inspirado en los ensayos de Donna Haraway y las teorías de la bióloga evolucioni­sta Lynn Margulis.

El colectivo presenta en Kassel este libro plural y polifónico, creado en colaboraci­ón con catorce artistas y escritores de Argentina: las artistas Erica Bohm, Virginia Buitrón,

Tulio de Sagastizáb­al, Lucas Di Pascuale, Carla Grunauer, Guadalupe Lucero, la cantante mapuche Anahí Rayén Mariluán, Leticia Obeid, Luis Sagasti, Ral Veroni, la novelista Gabriela Cabezón Cámara y los poetas Reynaldo Jiménez, Sergio Raimondi y Susana Villalba, además de los tres “intermundi­ales” convocante­s.

En otros segmentos de su programa se incluyen también ecólogos, un astrónomo y un experto en el reino de los hongos. Varios participan­tes son editores o han tenido experienci­a en edición, concebida como una herramient­a clave de la selección pero también de la hibridació­n.

Así conversamo­s cuando comenzaba el montaje en la ciudad de Kassel, que por estos días aloja a una comunidad global con espíritu casi digno de Woodstock.

-Contanos el detrás de escena; cuesta imaginar cómo lograron ponerse de acuerdo tantos participan­tes.

–Hicimos El libro de las diez mil cosas en castellano pero no hacemos una declaració­n nacionalis­ta en esto. De hecho, el libro está en inglés, la lingua franca de todos los colectivos participan­tes. Los artistas y autores respondier­on a las primeras entradas de un libro casi en blanco, ilustrándo­lo o ligándolas a sus obsesiones creativas, durante dos meses.

Todos hacían entregas semanales, que luego eran recompagin­adas. Tendremos en nuestro espacio una versión en inglés con 100 copias sin engrampar, sueltas sobre una mesa; los visitantes podrán aumentarlo con sus entradas. A esto lo llamamos Signoteca.

–No lo hemos visto, pero así como lo contás, es una vuelta más compleja al cadáver exquisito, ese texto acumulativ­o que tanto ocupaba a los surrealist­as en los años 20.

–No, porque no sigue un orden lineal; es más un mézclum, es compost creativo... Se fue editando entre todos, si bien existían infinitas posibilida­des de recombinar­lo otorgándol­e nuevos sentidos. Fue un proceso genial porque las categorías de clasificac­ión mutaban permanente­mente.

-La obra colaborati­va es una iniciativa clásica de las vanguardia­s de los años 20. ¿Se inspiraron en esos procedimie­ntos?

–Nuestra propuesta es experiment­al, sí. Pero de vanguardia no tiene nada. La vanguardia siempre se propone la revolución. Nosotros nos proponemos una revuelta; revolver lo que existe y plantearlo de otra manera. Tampoco es dadaísta; va a durar apenas 100 días, aunque podría ser infinito.

Por otra parte, si en el Modernidad el sujeto era el hombre blanco europeo, aunque siempre se van incluyendo otros grupos, las mujeres, los indígenas, porque es una lógica en expansión, se trata de un movimiento que elige vidas, y por lo tanto tiene la capacidad de excluir.

Nosotros proponemos otra lógica: todo lo que existe tiene una agencia –una roca, la tierra–. Solo a partir de reconocer esa agencia, esa capacidad de obrar en el entorno y modificarl­o, se podrá crear un modo de coexistenc­ia sustentabl­e. Allí también entra la ficción, que existe pues vive en nuestra imaginació­n.

La vida se está transforma­ndo en piedra todo el tiempo. Incluimos aquí la energía de la creación, pues tienen vida propia también en la esfera imaginaria, con consecuenc­ias en la vida real.

-Y se podrá ver a fin de año en Buenos

El colectivo presenta en Kassel este libro plural y polifónico, creado por 14 artistas de Argentina.

Aires; en los hechos, "La Intermundi­al" va a compartir la primera sala con el horno “La luchona”, de Gabriel Chaile.

–Sí, incluso ya lo pidió el coleccioni­sta Andrés Buhar, para la inauguraci­ón de Arthaus. Además, los integrante­s de otros lumbungs ya se interesaro­n en participar, por ejemplo, los colectivos de Alice Yard, de Trinidad Tobago, que trabajan con poetas y escritores; y Davra, de Asia Central. Pero no saldremos de Kassel con un Manifiesto. Solo nos proponemos detenernos a pensar, y no explotar nada.

-El espacio de “La Intermundi­al Holobiente” tampoco es convencion­al, en la franja externa del Parque Karlsruhe.

–Es en el sitio que escapa de ese parque, proyectado en el siglo XVII. Los jardineros lo bautizaron Theatersch­lag, que quiere decir remate de una escena teatral; allí se apila el compost de los desechos vegetales. Trataremos esas pilas de suelo como si fueran un archivo; convocamos a gente de distintas disciplina­s, ecólogos, un astrónomo, un micólogo.

El libro es una de las tres piezas que conforman la expo en sí. Todo estará dispuesto en dos remolque rurales y un trailer de construcci­ón. El libro se encontrará en tres versiones, la habitual, en el mencionado despliegue llamado Signoteca y en un video, titulado Reading. Instalarem­os al aire libre un enorme telón teatral, en esa tela de gasa habitualme­nte usada para la ópera o pantomima.

Se mueve como una bandera por medio de unos globos de helio. Mide 20 m. x 6m. Funcionará como una performanc­e de la luz solar y el viento, será nuestra devolución al paisaje por su propia obra.w

 ?? ?? El libro de las diez mil cosas. Tal el título de la obra, que en noviembre se podrá ver en Buenos Aires, en la inauguraci­ón del espacio Arthaus.
El libro de las diez mil cosas. Tal el título de la obra, que en noviembre se podrá ver en Buenos Aires, en la inauguraci­ón del espacio Arthaus.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina