El cronista de una vocación intacta

Llegar a los 90 y mantener intacta la pasión... En este caso (y en cualquier orden), por el periodismo, el tango y el deporte. “Cubrí diez Mundiales de fútbol desde la década del 60 para distintos medios, desde el primero en Chile y escribiendo en varios de ellos para Clarín... Un orgullo. Pero mi mayor felicidad es todos los amigos que me dio la vida y los recuerdos por tantos personajes con los que pude compartir en esta profesión”, afirma Hernán. Y aún ahora se siente en plenitud con su programa de radio en Vicente López, una vez más desparramando historias de tango y fútbol, aquellas que vivió o aquellas que intercambia con “su” público. No lo frenó siquiera la pandemia donde aprovechó para volcar en un libro -recientemente presentado en la Feria40 de aquellas anécdotas imperdibles, que van de Favaloro a Edmundo Rivero, de Di Stéfano a Pipo Rossi, y de todo lo que la vida y la profesión le fueron deparando a lo largo de estas décadas. Como aquellos encuentros con Mariano Mores y los orígenes de “Cuartito Azul” o como una tarde, cuando tenía que escribir un especial de Juan Carlos Zabala para Todo es Historia, le apareció el propio atleta en su casa... y durante cuatro horas fue volcando, entre leyendas y realidades, su hazaña del maratón olímpico. Junto a otro de los periodistas que hicieron obra como Julio Ricardo, Hernán Ceres acaba de recibir el testimonio de afecto de sus colegas, en un cálido y bien porteño recinto de Floresta: los homenajeó el Círculo de Periodistas Deportivos, el mismo que Hernán impulsó por tantas décadas y que formó, alentó e ilustró a tantas generaciones. ■