La historia de amor de Schumacher que comenzó con una traición
Ella era la pareja de Heinz-Harald Frentzen, otro piloto alemán que llegó a la máxima categoría.
“Icardear” se transformó en un verbo del diccionario argentino el día que Mauro Icardi se enamoró de Wanda Nara, entonces esposa de su colega Maximiliano López. En la Fórmula 1,
Max Verstappen está en pareja con Kelly Piquet, quien tiene una hija con Daniil Kvyat, un piloto cuatro años mayor que el campeón pero con quien compartió su formación en la academia Red Bull. Sin embargo, no es el primer caso en la categoría reina del automovilismo. Hay otro que en los 90 conmocionó a la prensa amarillista y fue cuando, antes de convertirse en el heptacampeón del mundo, Michael Schumacher sedujo a Corinna Betsch, la novia de su amigo y colega Heinz-Harald Frentzen.
El 1° de agosto de 1995, Michael Schumacher se casó en KerpenManheim, su pueblo natal, con Corinna Betsch. “Por separado sólo somos palabras; juntos, un poema”, decía la invitación que sólo recibieron un puñado de personas que ocuparon las 45 habitaciones dobles y 11 suites que reservó el piloto alemán en el hotel del lugar. Y aunque intentó que los paparazzis no se acercaran, las fotos de aquella jornada diurna inolvidable en la que ella lució un vestido blanco escotado y con transparencias en sus brazos y él un traje beige con cuello mao y camisa blanca dieron la vuelta al mundo.
La historia de amor había comenzado poco tiempo antes cuando Schumi la vio con Heinz-Harald Frentzen, dos años mayor que él y una de las promesas del automovilismo alemán, como él. Era 1994, apenas: Frentzen debutaba en la F 1 con Sauber, ella era empleada en una oficina y no se perdía una carrera y Schumacher era el candidato a ser campeón.
Sin importar que ambos eran compatriotas y se conocían de las categorías menores, la futura estrella se encontró con Betsch en una fiesta de Le Mans, la invitó a pasear en su moto y el amor nació. Todo fue tan vertiginoso que un año y medio después de casarse nació Gina-María y en 1999 lo hizo Mick, piloto de F 1 en Haas.
No fue, sin embargo, un amor de unos años sino el de una vida. Estuvieron, para los románticos, predestinados a estar juntos porque ella, quien nació en Halver, fue clave en la contención de Schumacher en las buenas, cuando ganó los siete títulos (cinco con Ferrari) y también en las malas, como cuando se accidentó gravemente en Silverstone 1999, cuando murió su mamá en 2003 y desde que en 2013 se accidentó esquiando en los Alpes franceses.
“Vamos cuesta arriba, por supuesto lentamente, pero al menos avanzando”, dijo el 8 de julio de 2014 cuando realizó su primera aparición pública después del accidente. Pocas veces más volvió a hablar.■