Petro y Maduro acuerdan abrir la larga frontera binacional
El presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, anunció ayer haber iniciado un diálogo con el venezolano Nicolás Maduro para revitalizar los vínculos en la frontera común después de años de relaciones tirantes entre el saliente mandatario colombiano Iván Duque y Caracas.
Maduro confirmó en su cuenta de Twitter que había conversado con Petro y que lo felicitó por su victoria electoral en el balotaje del último domingo. “Dialogamos sobre la disposición de restablecer la normalidad en las fronteras, diversos temas sobre la Paz y el futuro próspero de ambos pueblos”, escribió.
Cinco horas antes, también a través de Twitter, Petro había indicado que se comunicó con “el gobierno venezolano para abrir las fronteras y restablecer el pleno ejercicio de los derechos humanos” en las regiones limítrofes.
Ambos países comparten una frontera común de 2.200 kilómetros en la que bandoleros, narcotraficantes, paramilitares y guerrilleros se valen de lo remoto y desolado de la zona para operar. Esas tensiones, empero, por décadas estuvieron lejos de afectar las activas relaciones comerciales entre Venezuela y Colombia, hasta que las diferencias ideológicas entre sus gobiernos empezaron a minarlas y desembocaron en la ruptura de relaciones hace tres años.
El intercambio comercial que se ubicó en el 2014 en US$ 2.427 millones, se redujo el año pasado a unos US$ 406 millones, de los cuales 331 millones correspondieron a importaciones procedentes de Colombia, de acuerdo con cifras oficiales de la Cámara de Integración Económica Venezolano Colombiana. Tras el triunfo de Petro, el gobierno venezolano dijo que aspira retomar “relaciones integrales’’ con el país vecino.
Petro se impuso el domingo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales y será el primer presidente de centroizquierda de Colombia, un país sudamericano tradicionalmente gobernado por conservadores y moderados.
El gobierno de Maduro rompió relaciones con Colombia en 2019 argumentando que Duque por años ha impulsado planes para forzar su derrocamiento. Colombia, con Duque al mando, figura como uno de los países que reconoció al líder opositor Juan Guaidó como presidente interino después de que él se declarara como tal mientras fue líder de la Asamblea Nacional, argumentando que el mandatario socialista fue reelecto en 2018 en unos comicios fraudulentos.
Maduro, a semejanza de su predecesor y mentor Hugo Chávez, quien gobernó entre (1999 y 2013, nunca tuvo en Bogotá un mandatario con afinidad ideológica.■