Expulsaron del país al capo narco peruano Marco Estrada Gonzáles
En medio de un gran operativo de seguridad, agentes de de la División Asuntos Migratorios de la Policía Federal Argentina completaron el trámite de expulsión del país de Marco “Marcos” Estrada Gonzáles (60), capo de la venta de cocaína, paco y pasta base en la Villa 1-11-14, del Bajo Flores, durante, al menos, dos décadas.
Si bien su expulsión había sido dispuesta en mayo, la fecha en la que sería realizada fue mantenida en secreto, ya que -según los investigadores“’Marcos’ cosecha lealtades y enemigos por igual”, una hipótesis de riesgo que abarcaba desde intentos de fuga hasta atentados en su contra.
El martes a la noche, ocho móviles con agentes federales (entre ellos, detectives de la División Asuntos Migratorios e integrantes del grupo especial GEOF) llegaron al Complejo Penitenciario Federal 2 de Marcos Paz, donde estaba detenido el narco.
Sin embargo, antes de la partida y con el objeto de evitar posibles filtraciones, los funcionarios realizaron un cambio de último momento. Aterrizaron un helicóptero en el penal y subieron a Estrada Gonzáles, custodiado por oficiales de brigada y agentes del GEOF. Así fue trasladado en minutos al Aeropuerto de Ezeiza, donde fue expulsado rumbo a Perú.
A menos de una semana del fallo que ordenó la expulsión de “Marcos”, la Cámara de Casación Penal tomó otra decisión, que involucra a Silvana Salazar, la esposa del líder de la organización. En su fallo, los jueces Mariano Borinsky, Gustavo Hornos y Javier Carbajo rechazaron la excarcelación de Salazar, quien está presa desde hace seis años y cinco meses en el Complejo Penitenciario Federal IV de Ezeiza. La libertad de la mujer había sido pedida por la defensa y contaba con el acuerdo de la Fiscalía y la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar). Sin embargo fue negada en primera instancia por el juez Javier Ríos -quien aceptó expulsar a “Marcos”- y esa decisión fue confirmada por la Sala IV de Casación.
Salazar fue condenada a 18 años de prisión, en el mismo juicio oral en el que su marido recibió una condena unificada de 27 años. La sentencia, que incluyó a otros 35 miembros de la organización, fue dictada en octubre de 2020 por el Tribunal Oral Federal 3 y aún no esta firme.
Con ese argumento, la defensa reclamó la libertad de la esposa de “Marcos”, pero los jueces de Casación se negaron, por lo cual su marido estará libre en Perú y ella seguirá presa varios años en Argentina. “Aun cuando la sentencia no haya adquirido firmeza, circunstancia objetiva que robustece la presunción de elusión de la justicia en caso de obtener su libertad,
aunado al hecho de su acreditada vinculación con una organización criminal de gran envergadura que podría facilitarle los recursos económicos y de logística para evitar el cumplimiento de la pena aplicada, para el caso de que dicha sentencia adquiera firmeza”, explicó Hornos en el texto que acompañó su voto.w