Clarín

Gabinete en campaña: los ministros que planean cómo sobrevivir al 2023

La llegada de Scioli reavivó el debate en la Rosada. A qué juega cada funcionari­o-candidato.

- Guido Carelli Lynch gcarelli@clarin.com

Daniel Scioli lo niega en público, pero sueña con ser candidato presidenci­al el año que viene. El escenario no es el mejor, como él mismo reconoció el día de su asunción. “Si especulara, me hubiera quedado en Brasil”, dijo. El escenario no colabora, pero el reemplazan­te de Matías Kulfas siempre fue un optimista y, como todo político, especula.

En el gabinete de Alberto Fernández no es una rara avis; los siete ministros políticos relojean sus chances de cara a 2023 y ajustan estrategia­s. Después de todo, faltan 13 meses para la inscripció­n de las candidatur­as y en junio de 2018, el actual Presidente ni siquiera soñaba con llegar a la Rosada. Los funcionari­os oscilan entre la ilusión de un cargo de proyección nacional o provincial y el regreso a sus distritos de origen.

“El tiempo es un gran ordenador”, suele repetir Scioli. Mientras, la inflación y los salarios a la baja ponen en jaque las aspiracion­es del oficialism­o en su conjunto, como la vicepresid­enta hace notar desde sus oficinas en el Senado.

El ex embajador en Brasil descarta en público que esté pensando en 2023. En su círculo íntimo aseguran que está concentrad­o en cumplir con el mandato que le encomendó el Presidente: generar más ingreso de divisas e inversione­s que permitan crear puestos de trabajo.

Scioli, que coqueteó con una candidatur­a en las legislativ­as de 2021, quiere evitar repetir la experienci­a de Juan Manzur, que desembarcó en la jefatura de Gabinete sin disimular sus aspiracion­es presidenci­ales y sufrió las consecuenc­ias. La promesa de “volumen político” que venía a traer el tucumano se desinfló y ni siquiera pudo designar a su tropa en las principale­s secretaría­s de jefatura de Gabinete; allí todavía se cuentan los lugartenie­ntes de su antecesor Santiago Cafiero y del jefe de asesores del Presidente Juan Manuel Olmos. Jorge Neme, vicejefe de Gabinete, es la única excepción.

Desde entonces se especula en Buenos Aires y en Tucumán con un regreso de Manzur a su provincia. El mes pasado incluso lo postularon para ser el vice de su reemplazan­te y enemigo íntimo Osvaldo Jaldo, una posibilida­d que la Constituci­ón tucumana no niega, pero que podría ser judicializ­ada.

Manzur, previsor, ya en 2021 pensó en 2023 y se postuló como senador suplente para la banca que ocupa su amigo Pablo Yedlin. En el verano, Manzur surfeó los rumores de renuncia y, de manera silenciosa, contrata los servicios de consultore­s; ya sean encuestado­res o consultore­s como Mario Riorda.

Otro que sufrió el frío presidenci­al fue Eduardo “Wado” de Pedro, que intenta construir futuro propio y colectivo en el peor momento del oficialism­o. El ministro del Interior empezó a edificar un perfil más humanizado desde el año pasado y defiende causas como la lucha contra el bullying, que rompen la grieta y generan empatía. Viajó a España y a Israel con gobernador­es y la Ciudad amaneció empapelada con la tapa de revista Noticias que lo postulaba a la presidenci­a.

De Pedro jugó de a ratos a ser el contrapeso de Máximo Kirchner en La Cámpora; el policía bueno con la gestión de Fernández. Este jueves retomó ese perfil, al compartir un acto con la intendenta del Evita, Mariel Fernández. Cuando su hipotética candidatur­a nacional sumó centímetro­s en los diarios, desde su entorno hicieron saber que siempre le interesó más la Provincia. Allí miran varios de sus pares.

El principal delegado de Cristina Kirchner en el Gabinete le tiró flores a Scioli días antes de su desembarco. En la intimidad prefiere un equipo con perfiles altos a uno silenciado y desdibujad­o como el de los dos primeros años. En La Cámpora hicieron saber que había contratado los servicios de Gastón Duek, socio del operador todo terreno Guillermo Seita y especialis­ta digital que asesora a Facundo Manes.

En el entorno del ministro lo niegan, pero aceptan que cuentan con la colaboraci­ón externa de Eduardo Roust, amigo del Presidente y uno de los nombres que sonó en su momento para reemplazar a Juan Pablo Biondi en la secretaría de Comunicaci­ón. De Pedro sumó el apoyo y millas en Tucumán y Corrientes con Juan Grabois, que busca aportarle una pata social al plan federal que diagramó con gobernador­es y empresario­s. Mientras en el Frente Patria Grande aseguran que Wado puede ser su candidato, algunos colaborado­res del ministro temen que desdibuje su cercanía con empresario­s.

Otro que acaba de estrenar perfil desacarton­ado en Twitter -como el que estrenó De Pedro el año pasadoes el ministro de Obras Públicas Gabriel Katopodis. “Kato dice y Hace” es la cuenta en la que se puede ver al intendente en uso de licencia de San Martín reclamarle­s a los empresario­s de la construcci­ón por mejores salarios. “Está recorriend­o el país en general y la provincia de Buenos Aires en particular, sin distincion­es partidaria­s pero con reuniones con dirigentes y militantes peronistas, sin distinción ni exclusión de agrupacion­es”, señalan en su Cartera. ■

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