El gobierno y los indígenas inician una nueva ronda de diálogo en Ecuador
Anoche buscaban un acuerdo que ponga fin a 15 días de protestas. El Congreso aún debate la destitución de Lasso.
Tras rechazar por “insuficiente” una rebaja de combustibles que decidió el gobierno de Guillermo Lasso, el movimiento indígena de Ecuador aceptó reunirse con ministros que intentan desactivar las masivas protestas que desde hace dos semanas mantienen en jaque al presidente conservador, cuya permanencia en el cargo seguirá siendo analizada hoy martes por el Congreso.
El ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, y miembros de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) -conformada por 53 organizaciones, 18 pueblos y 15 nacionalidades indígenas de Ecuadormantuvieron anoche un segundo acercamiento desde que comenzaron las protestas hace 15 días, en las que murieron cinco manifestantes y más de 400 personas resultaron heridas, entre policías y aborígenes.
La idea es “que podamos tener de alguna manera una política que pueda beneficiar más a los pobres”, empezó diciendo Leonidas Iza, presidente de la Conaie, en la reunión en la Basílica del Voto Nacional de Quito, transmitida por redes sociales.
Unos treinta representantes de distintas organizaciones, incluida la Iglesia y la Defensoría del Pueblo, estuvieron presentes en la mesa de diálogo. Los participantes dijeron que el objeto de la reunión de anoche era sentar las bases para la formación de comisiones que deliberen luego sobre un temario con diez reclamos de los manifestantes.
Desde el movimiento indígena se exige varias demandas, entre ellas, que se reduzcan y congelen los precios de los combustibles, que se controlen los precios de los productos de primera necesidad, que no se privaticen empresas estatales y que no se amplíe la actividad petrolera y minera en la Amazonía.
El presidente Lasso, un banquero conservador en el poder desde hace un año, anunció una reducción de los precios de combustibles, aunque en un porcentaje menor al que reclaman miles de indígenas que protestan, entre otras reclamos, por un mayor presupuesto educativo para una comunidad que representan un millón de los 17,7 millones que integran la población ecuatoriana.
“He decidido reducir el precio de la gasolina extra y ecopaís en 10 centavos (de dólar) por galón y el diésel también en 10 centavos por galón”, dijo Lasso en un discurso transmitido por radio y televisión el lunes a la noche. De esa forma, el diésel bajará a 1,80 dólares y la gasolina corriente a 2,45 dólares. Pero la Conaie, que desde el 13 de junio bloquea vías y ocupa pozos petroleros en distintos puntos, exige reducir las cotizaciones a 1,50 y 2,10 dólares, respectivamente.
“Esta decisión no es suficiente, es insensible”, expresó ayer, antes de la reunión, en un comunicado firmado por Iza. “Nuestra lucha no cesa (...) y la protesta sigue vigente”, dijo, aunque posteriormente decidió concurrir igualmente al diálogo.
En casi un año, el diésel subió en Ecuador un 90 por ciento (a 1,90 dólares) y la gasolina un 46% (a 2,55). Ecuador exporta petróleo, pero importa combustibles a precios internacionales para venderlos más barato en el mercado local, por lo que destina alrededor de 3.000 millones de dólares en subsidios. Una rebaja como demandan los indígenas involucraría otros US$ 1.000 millones en subsidios, en una crisis económica agravada por la pandemia
Las rebajas anunciadas por Lasso se producen un día después de que el mandatario levantara el estado de emergencia impuesto en seis provincias. Al menos 14.000 indígenas, la mayoría concentrados en Quito, protestan en todo el país con bloqueos de vías. La toma de más de mil pozos tienen en jaque al sector petrolero, principal rubro de exportación del Ecuador, y que opera a casi la mitad de su capacidad. La producción de petróleo cayó el jueves un 47%, a unos 256.505 barriles por día, informó el Ministerio de Energía.
El cese del estado de excepción también se produjo cuando los legisladores discuten una solicitud de la oposición, liderada por el ex presidente prófugo Rafael Correa (2007-2017), para destituir al mandatario de su cargo en medio de la huelga. La destitución requiere 92 de los 137 votos en el Legislativo, pero Correa no logra el apoyo de los otros partidos. Lasso acusó al ex mandatario, condenado en 2020 en una causa por corrupción y residente en Bruselas, de buscar un golpe de Estado.
La sesión fue aplazada para hoy, quedando pendiente la intervención de 20 diputados en el debate de los 84 que habían pedido la palabra.
Lasso rebajó el precio de las naftas, pero los manifestantes dijeron que es aún insuficiente.