La suba de patentes en la Ciudad tendrá un tope y el ABL se actualizará por mes
El techo del impuesto a los autos será la inflación acumulada, aunque sea superada por las variaciones.
El Ejecutivo porteño envió ayer a la Legislatura el proyecto de Presupuesto 2023, el último con la firma de Horacio Rodríguez Larreta como jefe de Gobierno. Sus principales características son que apunta al déficit cero con reducción de la deuda pública y más inversión en Educación, Salud y Seguridad. Pero, para el bolsillo de los porteños, lo más destacado es que la suba de las patentes no superará la inflación acumulada, aunque la valuación de los autos sí sea mayor.
En el texto se define que el Estado porteño estima un total de gastos de 2.154.965 millones de pesos. Son más de dos billones, una cifra casi impronunciable que muestra el efecto de la devaluación de la moneda.
Además, y por tercer año consecutivo, el Presupuesto estuvo condicionado por la pelea con el Gobierno nacional por la quita de fondos por Coparticipación Federal, disputa que debe resolver la Corte Suprema. Por lo pronto, la administración de Rodríguez Larreta asegura que la Ciudad dejó de percibir 250.000 millones de pesos y que en 2023 se agregarán otros 279.000 millones de pesos.
Del lado de los impuestos no se plantean grandes cambios. La principal medida tiene que ver con moderar el impacto de la suba de las patentes, que pagan todos los que tienen un automotor radicado en la Ciudad, y con las que el fisco planea recaudar 65.542 millones de pesos, un 3,4% del total de sus recursos.
La tasa se cobra así: cada octubre, el Registro Nacional de la Propiedad Automotor informa cuánto subieron interanualmente las valuaciones de todos los vehículos. En base a eso, la Ciudad (y el resto de las provincias) aplica una alícuota y ese monto resultante se divide en las seis cuotas bimestrales. Así, si un auto sube de valor, pagará el mismo porcentaje pero un monto total más alto.
El año pasado, la Ciudad había enviado un Presupuesto con este mecanismo. Pero después resultó que las valuaciones de los autos habían saltado demasiado, un promedio de 69,2% con picos de 500% en algunos modelos. Para que el golpe al bolsillo no fuera tan fuerte, en febrero tuviemación ron que enviar una ley que le puso un tope del 49,9% al incremento anual.
Para el año que viene, en el Ministerio de Hacienda y Finanzas porteño directamente quieren fijar ese techo en el propio Presupuesto, sin necesidad de parches posteriores.
Para ello, definieron que ningún auto tenga un incremento superior a la inflación acumulada entre noviembre y este octubre.
¿Cuánto será? No se sabe, hay que esperar los datos de septiembre y octubre de la inflación medida por el IPCBA (la estadística porteña, no la del Indec). Por lo pronto, de la inforoficial publicada se desprende que entre noviembre y agosto ese acumulado ya alcanzó el 63%.
De igual manera habrá que esperar hasta octubre para conocer las nuevas valuaciones del Registro de la Propiedad Automotor. El último dato que se publicó es de julio y mostraba un salto interanual del 33%.
Por supuesto que, si el incremento de las valuaciones quedara por debajo del salto inflacionario, ese será el parámetro. Es decir que siempre se tomará el aumento más bajo.
Ahora ¿cuánto pagará cada auto de alícuota? Hay cuatro rangos:
•Si el valor fiscal es de hasta 4.900.000 millones de pesos, la alícuota anual será del 3,2%.
•Hasta 6.750.000 pesos, de 4%.
•Hasta 9.800.000 pesos, de 4,5%.
•Si superan los 9.800.000 pesos, abonará el 5% anual.
Sea cual fuere el aumento, los contribuyentes que paguen en fecha tendrán bonificaciones:
•Si pagan el monto total anual de una vez les descontarán el 10%.
•Si abonan cada boleta bimestral antes del primer vencimiento, tendrán un 10% de quita.
•Si adhieren a un sistema de débito automático, además del 10% por cumplir con el vencimiento le bonificarán también la mitad de la última cuota bimestral.
Por el lado del ABL, la Ciudad apunta a recaudar 111.100 millones de pesos, un 5,7% del total de sus recursos.
Para los contribuyentes no habrá cambios respecto de lo que viene pasando en los últimos tres años: las boletas se irán actualizando por inflación, mes a mes.
Quienes abonen cada boleta antes del primer vencimiento tendrán un 10% de descuento.
Por un tema operativo (los plazos de impresión y envío de las boletas), se toma en cuenta la inflación de cinco meses antes. De esta manera, las boletas de enero llegarán con la inflación de agosto, que fue del 6,2%. Luego la de febrero con el salto de precio que se registre en septiembre, y así.
En este caso, también hay beneficios por pagar a tiempo:
•Quienes paguen el total anual, sólo verán el impacto de la inflación del año anterior (74,6%), pero en 2023 ya no sufrirán ningún otro aumento.
•Los que abonen cada cuota mensual tendrán un 10% de rebaja.
•Aquellos que usen el débito automático, además del 10% tendrán bonificada la cuota 12.
En el resto de los impuestos no habrá cambios, pero sí se mantendrán algunas exenciones. Por ejemplo, se continuarán las alícuotas reducidas de Ingresos Brutos para los sectores productivos y se eximirá el 100% de ese impuesto para las pymes industriales y los comercios nuevos durante el primer año de actividad (50% de rebaja para el segundo).