El historiador italiano del peronismo, y Giorgia Meloni
La charla con Loris Zanatta, el historiador italiano que seguramente más ha investigado y publicado sobre el peronismo y el populismo en la Argentina, tiene en este caso un contexto especial: en su país acaba de triunfar en las elecciones una fuerza de derecha populista heredera del neofascismo que no tiene problemas en reivindicar la figura de Benito Mussolini. Zanatta está en Buenos Aires, donde dicta su cátedra en la Universidad de Bolonia, y donde celebró sus 60 años, antes de una gira académica por Rosario, Santa Fe y Córdoba. Cómo no preguntarle por esa Italia que ahora gira a laderecha, bajo el haz de su perspectiva histórica.
-¿Qué significa el triunfo de Meloni y su partido neofascista en Italia?
Esteo no tiene nada que ver con la idea que tenemos del fascismo y lo que significó el fascismo. Estos se mueven en el cauce de un nuevo nacionalismo, si queremos llamarlo así. Estamos viviendo en Italia y en todo Europa una etapa después de una larga época de liberalización, globalización, individualización, en que como siempre en los ciclos históricos, se desarrolla una demanda de reincorporación, reintegración, la búsqueda de comunidad, de pertenencia. La idea de identidad nacional, de proteger el mercado interno, de proteger la cultura nacional, el Dios y patria vuelven a la palestra. Esto por un lado. Y del otro lado se ve que efectivamente, en el imaginario de la población italiana, está idea de integración sigue teniendo un profundo arraigo. Por otra parte, nosotros no tenemos una historia demasiado diferente de la argentina, nosotros también fuimos contrarreforma, también no vivimos la reforma protestante, también tenemos una historia de confusión entre nación y religión. Entonces, que se explica pero repito, no confundamos, esto no significa que los italianos están dispuestos a seguir este imaginario hasta eliminar el parlamentarismo, el pluralismo, la libertad de información, nada por el estilo. Eso está totalmente fuera de lugar, eso no va a pasar. Los problemas pueden ser los de los años 30, pero en los años 30 ese imaginario al que hago referencia creó los regímenes totalitarios, arrasó con todas las instituciones liberales democráticas y en nombre del pueblo y de la nación tomó el poder y contó hasta controlar vidas privadas de las personas. Hoy eso es inconcebible. El esfuerzo es poner la tradición nacionalista italiana que, por supuesto, no es liberal, en el cauce de la libertad y la democracia. Después, que hará cosas feas, que a mí no me gustan, seguramente, pero eso no siginifica que no sea democrático.
La conversación está por concluir, pero nuestro interlocutor -también amante del basquet- nos deja la pelota picando frente al aro y la pregunta es inevitable:
¿Encuentra algo de peronista en Giorgia Meloni?
(Sonríe) Bueno, el “neofascismo” italiano siempre tuvo al peronismo en su panteón y a Eva Perón de forma especial. Uno y otro se inspiraban en el “socialismo nacional” y odiaban a la civilizacion liberal y burguesa. Dios, patria y pueblo fue siempre su invocación y Meloni no deja de reivindicarla. Sin embargo hay una diferencia determinante entre los dos casos: Italia derrotó al fascismo, Argentina no. De manera que mientras el peronismo, cuando llega al poder, se adueña del Estado cono si le perteneciera, Meloni se cuida mucho de tranquilizar a todos y de asegurar que no piensa hacerlo. El peronismo debería aprender de ella.