Máximo Kirchner criticó a Macri y Larreta y habló del ataque a Cristina
El diputado comparó al Gobierno porteño con la dictadura. Insistió en investigar los vínculos de los acusados.
"Todos con la pulserita arriba, a la vista", pedía uno de los más de 50 hombres con pechera celeste que custodiaba el único acceso al club Los Matreros de Morón, donde Máximo Kirchner reapareció ayer en público un mes después de que Fernando Sabag Montiel intentara gatillar en la cabeza a su madre, la vicepresidenta.
Recién cuando promediaba la mitad de su extenso discurso de más de una hora, el jefe de La Cámpora se refirió al ataque contra Cristina Kirchner. "Queremos saber quiénes están detrás de Sabag Montiel y Brenda Uliarte”, exigió el líder del PJ bonaerense durante el plenario de militantes del Frente de Todos de Morón en el que los asistentes estaban identificados con pulseras. Debieron escucharlo sentados bajo un estricto control de seguridad interno a cargo de militantes y sin efectivos policiales en las inmediaciones, a pesar de que el acto podía seguirse por fuera del perímetro sin inconvenientes.
Kirchner destacó que el ataque contra la vice"no fue una sorpresa" para ellos, luego de la explosión de un local de La Cámpora en Bahía Blanca en 2021 y por la represión de "la policía política de Larreta", como se refirió a la Policía porteña.
Recordó la última entrevista que dio en la mañana del 1 de septiembre, horas antes del fallido atentado. "Están viendo quién mata al primer peronista", había dicho entonces. "No quiero estar pensando cuando vengo a un acto si alguien va a hacer algo que no tenga que hacer", insistió ahora luego de insinuar que detrás del fallido atentado contra la vice hay "sectores" de la política y de relacionar el episodio con la violencia política de la dictadura militar. "Los abogados de los que intentan matarla son asesores del macrismo", advirtió.
El líder del PJ bonaerense cargó especialmente contra el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, a quien pareció elegir como el blanco predilecto de su diatriba. "Me parece que lo que le pasa es que descarga la frustración de bajar tantas veces la mirada contra Macri, que lo maltrata y lo deja sin dignidad", señaló y lo acusó de querer ser inflexible con los estudiantes secundarios, porque no se le puede plantar al ex presidente. "Se ve que le gustan los jóvenes que andan con antorchas y llevan guillotinas y quieren matar al otro, y no los otros", añadió en una analogía entre las tomas estudiantiles y los militantes de Revolución Federal.
También lo vinculó con la dictadura cuando habló de las tomas en los colegios porteños. “La van de guapos pero no aparecen nunca ellos, mandan a las fuerzas de seguridad, y bajo una idea que el pais demostró fracasada, la idea de la cárcel o de la bala: del 24 de marzo del 76 y hasta el 10 de diciembre del 83 Argentina tuvo esa idea en el gobierno y la gestión. Mataron, desaparecieron, torturaron”, dijo.
En ningún momento de su exposición de 63 minutos el jefe de La Cámpora mencionó a Alberto Fernández.
El hijo de la vice aplaudió a Lucas Ghi, que lo antecedió en la palabra, cuando el intendente local aseguró que el FDT era más que una construcción electoral y que la ex presidenta "es la conductora" del espacio.
También estaba Martín Sabbatella,
referentes de Nuevo Encuentro.
Máximo también aludió a la posibilidad de un encuentro entre su madre y Macri. El ex presidente sugirió que lo haría con la Constitución en la mesa. "Le recomiendo que vea la última intervención de CFK cuando puso la Constitución arriba de la mesa y todavía esperando que el ex Presidente deje de comportarse como patrón, de abusar del poder que posee en el poder judicial y los medios", dijo. ■