Las dudas y disidencias por los sondeos al final de la campaña
Esta elección ha sido un desafío particularmente complicado para las encuestadoras. Estas empresas, que deben rastrear un país enorme, con dificultades incluso de seguridad en algunas ciudades como Río de Janeiro, trabajan además con un parámetro desactualizado.
Es debido a que el gobierno de Jair Bolsonaro impidió realizar el censo de actualización en 2020. De modo que la base demográfica con la que exploran los comportamientos electorales tiene doce años de antigüedad. En parte, eso explicaría las diferencias que señalan los distintos sondeos, aunque todos sin excepción han detectado la ventaja del ex presidente Lula da Silva sobre el actual jefe de Estado. No hay en ese aspecto mayores discusiones. La cuestión va sobre los tamaños de esos respaldos, le señala a este cronista un analista de una de estas firmas.
Según los especialistas, uno de los problemas más significativos es la evaluación económica de la sociedad. En Brasil, la pobreza se mide según cuántos salarios mínimos accede el individuo o la familia. Un indicador para redondear la encuesta es la división económica en la sociedad. Eso les permite a los institutos revisar, como si se tratara de escalones, los distintos niveles de la renta brasileña y desde ahí detectar cómo vota cada sector y sus preferencias.
El IPEC (Inteligência em Pesquisa e Consultoría Estratégica) calcula que cerca del 57% de todos los votantes actuales percibe alrededor de dos salarios mínimos (unos US$ 400), insuficientes para sostener los gastos corrientes de una familia. Pero otras empresas, reducen ese porcentaje a 38%, una diferencia significativa. Esto es muy importante porque en esos sectores de bajos ingresos está una parte central del voto a Lula. También hay diferencias sobre los segmentos con mejores ingresos. Para unos es el 22% de la población, para otros no llega al 15%.
Esta es una de las razones por las cuales hay mucha cautela respecto a los sondeos, no tanto respecto a la conclusión general, sino sobre los porcentajes totales que pueden llegar a variar. ■