Bolsonaro, con la Biblia y las armas
“Dios, patria y familia”: el lema de campaña resume claramente la base ideológica de Jair Messias Bolsonaro, el presidente que busca un nuevo mandato de cuatro años en Brasil.
Capitán de la reserva del ejército, referente de la extrema derecha de América Latina, el mandatario no ahorra insultos, exabruptos y acusaciones en sus apariciones públicas. Y en los últimos días intentó imponer la idea de que, si no gana, será porque hubo “fraude”.
Con la misma base que lo llevó al poder en 2018 y que incluye a militares, policías, pastores evangélicos y empresarios del campo, el “capitán del pueblo” trata de seducir con una Biblia en una mano y un fusil en la otra.
A la vez, intentó atraer a la población más vulnerable con nuevas ayudas sociales. Renovó y amplió los subsidios que aplicó durante los meses de más duros de la pandemia.
Bolsonaro, de 67 años, defiende la “plena libertad” individual, en la cual incluye el “derecho” de los ciudadanos a la autodefensa y a poseer y portar armas, que impulsó a través de leyes promovidas por su gobierno.
Anticomunista a ultranza, suele ver la hoz y el martillo en todo lo que le resulta adverso, y no oculta su nostalgia de la dictadura brasileña (1964-1985) y de otros regímenes militares de los años 70 en América del Sur.
El presidente, segundo en intención de voto detrás del ex mandatario socialdemócrata Luiz Inácio Lula da Silva, dispara: “Brasil no puede perder su libertad frente a quien es contrario a la familia y defiende la ideología de género, liberar las drogas y el aborto”. Alude así a supuestas intenciones que Lula en rigor nunca expresó.
Admirador del ex presidente estadounidense Donald Trump, Bolsonaro apuesta al conflicto permanente, hasta con instituciones como la Corte Suprema o la Justicia electoral.
Desde que llegó al gobierno mantuvo duros pulsos con la Justicia, que reguló su armamentismo y su negacionismo frente a la pandemia de Covid-19, que ya dejó en Brasil casi 690.000 muertos. Con la misma actitud desafiante enfrentó los cerca de 140 pedidos de juicio político presentados en el Parlamento y la apertura de varias investigaciones en su contra en el Supremo Tribunal Federal, en particular por desinformación.
Nacido en 1955 en una familia humilde de inmigrantes italianos en el interior del Estado de San Pablo, Bolsonaro se formó en la Academia militar de Agujas Negras, de la que salieron muchos de los ministros de su gobierno. Su carrera castrense, sin embargo, terminó en 1988, luego de enfrentar un proceso en la Justicia militar por casi llamar a una insurrección en demanda de aumentos salariales.
Comenzó entonces su vida política. Fue concejal en Río de Janeiro y diputado federal durante 28 años, en los que pasó por una decena de partidos. En 2018 obtuvo la presidencia con un 55% de los votos en segunda vuelta.