CASI lo dio vuelta y se quedó con el partido que más disfruta
El local perdió por 29 a 28 en el Top 13 porteño aunque, de todos modos, se clasificó semifinalista.
Se dice que los clásicos son diferentes a todo. En cualquier deporte. En cualquier circunstancia. Un equipo puede venir en alza, con objetivos grandes, pero cuando se enfrenta con el adversario de siempre que no llega en similares condiciones todo puede ocurrir. Y así fue. Una vez más el clásico del rugby porteño fue distinto a todo y ganó el que noe staba en los planes de la mayoría. O sí.
Todo le cuesta a CASI y el gran partido de la 24ª fecha del Torneo Top 13 de Buenos Aires no sería la excepción. Pero finalmente se impuso a SIC como visitante por 29 a 28 después de pasarla mal durante buena parte del desarrollo y de desgastar durante 10 minutos a la defensa rival que terminó cediendo ante las reiteradas infracciones con un try penal. Festejó CASI aunque SIC también tuvo su alegría por haberse clasificado a las semifinales tras los resultados del resto de los partidos.
No fue fácil para el ganador porque CASI siempre corrió desde atrás en el marcador. Se hizo fuerte en las formaciones fijas y a partir de allí comenzó a inclinar la cancha para su lado. Sin embargo SIC aprovechó lo poco que se le presentó: Tomás Meyrelles dejó en el camino a Alejo Montes de Oca y Jerónimo Solveyra con un buen cambio de paso y marcó el primer try del partido.
Con ventajas en el scrum y una buena obtención en el line, el perdedor comenzó a cimentar su juego que se vio obstruido por los penales de SIC. Con tiempo y paciencia Alejo Montes de Oca se encargó, con cuatro envíos a los palos, de dar vuelta el marcador. Sin embargo SIC volvió a acelerar con el empuje del maul y se fue al descanso con un 14-12 favorable.
El segundo tiempo tuvo todos los condimentos del partido más esperado del año. De un clásico, justamente. Dientes apretados, defensas cerradas y pocas situaciones de peligro. De un line CASI logró el quiebre con los backs y en la segunda fase apareció Bautista Bernasconi para tomar la pelota del ruck y meterse en el ingoal. La alegría le duró poco porque apenas dos minutos más tarde Marcos Borghi le tapó un kick a Jerónimo Solveyra y volvió a poner a SIC arriba en el marcador.
El local justificaba el resultado parcial en el oportunismo, pero CASI tuvo la fe suficiente como para mantenerse en partido con un penal de Alejo
Montes de Oca. Sin embargo volvió a recibir un try, otra vez de parte de Tomás Meyrelles. Con la conversión de Joaquín Lamas el marcador quedó 28-22 para el local. Faltaban diez minutos para el final y a partir de ese momento CASI fue el dueño excluyente de la posesión.
Después de mucho presionar recuperó la pelota en la última jugada con un penal. Se aferró al scrum y SIC se debilitó con penales y tarjetas amarillas. A los 36 minutos la vio Andrea Panzarini y en el epílogo, cuando SIC resistía como fuera, lo siguieron Lucas Rocha, Benjamín Chiappe y Marcos Piccinini. En ese final abierto y emocionante también tuvo que salir Bautista Bernasconi.
A cinco metros del ingoal CASI plantó bandera con el scrum. Fueron otros diez largos minutos una vez que el reloj marcó los 40. El vencedor se agigantó ante cada amonestación, maniató a SIC en la formación fija, lo desgastó y al árbitro Nehuen Jauri Rivero no le quedó otra opción que sancionar el try penal para que ese CASI al que todo le cuesta levante los brazos y festeje con su público el triunfo más especial.
El cierre fue una fiesta. De los jugadores y de sus hinchas que llegaron a Boulogne con sus banderas y sus gritos. Y que tiñeron la tarde con el histórico blanco y negro de sus colores tradicionales.w