Clarín

La segmentaci­ón, una idea de Guzmán que continuaro­n Batakis y Massa

- Martín Bidegaray

La segmentaci­ón en las tarifas de luz y gas -a la que luego se agregará el servicio de agua y cloaca- nació en el gabinete del ex ministro de Economía Martín Guzmán. El kirchneris­mo quería aplicar la “georeferen­ciación”, es decir la quita de subsidios para residentes en barrios con alta valuación inmobiliar­ia. Pero Guzmán juzgó que era mejor hacerlo por ingresos.

Guzmán se fue, lo sucedieron Silvina Batakis (por unas semanas) y luego Sergio Massa. Hubo cambio entre los funcionari­os de Energía: se fue Darío Martínez y lo reemplazó Flavia Royón. Ninguno pudo terminar de implementa­r la segmentaci­ón.

Cuando se anunció, se determinó que habría tres categorías de usuarios. Los que tuvieran ingresos por 3,5 canastas básicas totales (CBT), posesión de tres inmuebles o tres autos iban a perder los subsidios. Se los denominó “nivel 1”. A la fecha, deben ganar casi $ 420.000 mensuales. En el anuncio original, eran $ 250.000, pero la inflación modificó los números.

En cambio, los hogares que ganan entre 1 y 3,5 canastas básicas totales iban a conservar una parte de los subsidios. Se los denominó de ingresos medios. No iban a seguir con una subvención total, pero preservarí­an ciertos beneficios. Se los denominó “Nivel 3”. El Estado les asigna esta categoría si el grupo familiar gana entre $ 120.000 y $ 420.000.

En cambio, los clientes con ingresos inferiores a una canasta básica total (CBT) seguirán siendo cuidados. Se los llama “nivel 2” y no tendrán aumentos hasta 2023.

Cuando Royón debutó como secretaria, anunció que la quita de subsidios sería en tres tramos: un 20% en septiembre-octubre, un 40% en noviembre-diciembre y otro 40% en enero-febrero 2023. Recién para ese momento del verano estarían las nuevas boletas.

Los clientes “nivel 1” iban a terminar en febrero de 2023 sin subsidios. Los de “nivel 2” los iban a preservar. Y los de “nivel 3” conservarí­an una parte. En el registro de subsidios, el nivel 2 (ganan menos de $ 120.000), hubo más de 5 millones de inscriptos. En el nivel 3, se anotaron 3,5 millones de hogares.

Pero, después de llenar esas declaracio­nes juradas, el Gobierno avisó que los beneficiar­ios de subsidios no iban a poder acceder al “dólar ahorro”. Eso provocó que 110.000 clientes eligieran perder el beneficio a privarse de la posibilida­d de atesorar moneda extranjera.

El Gobierno tampoco quiere precisar el nivel del incremento. En gas, el aumento será del 100%. No se sentirá tanto estos meses, sino que recién pesará en las boletas cuando haga frío, probableme­nte el año que viene.

La secretaría de Energía esquiva definicion­es con el aumento en la electricid­ad de punta a punta, es decir hacia febrero de 2023. Solo admitió que será cerca de un 40% de suba en las facturas para sectores medios y 50% para segmentos altos en el bimestre septiembre-octubre.

Pero como ahora suspendió el aumento de septiembre, esa suba quedará para octubre. Y se desconoce sipodrán aplicar lo previsto en los siguientes bimestres.

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