El gobierno del Reino Unido dio marcha atrás con una polémica poda de impuestos
Había provocado varias turbulencias en los mercados y la caída de la libra. Comparan el caso con Argentina.
Ante la furia de la Conferencia Conservadora y de sus electores, la primera ministra británica Liz Truss y su ministro de las Finanzas, Kuasi Kwarteng, decidieron dar marcha atrás ayer lunes y anular la reducción del 45 por ciento de impuestos a los que ganan más de 150.000 euros.
Kwarteng no renunció en su discurso ante la conferencia, donde lo ovacionaron al final por su capacidad de sobrevivencia. Pero no entregó ni un solo número o porcentaje para su plan. El “mini presupuesto”, anunciado pomposamente por el Chancellor, ni siquiera había sido consultado por el gabinete, en medio del duelo por la muerte de la reina Isabel. Los conservadores, desde el ex ministro Michael Gove hasta el ex Chancellor Ken Clarke, denunciaron que no era “una medida conservadora”.
Una polémica decisión cuando el reino enfrenta una crisis de costo de vida, escasez energética, créditos hipotecarios inalcanzables y el costo de la energía a 6000 libras esterlinas al año para cada hogar que va a dejar a miles de familias en la miseria.
El Irish Times comparó a Gran Bretaña con el caos en Argentina y a la primera ministra Liz Truss, con su situación de aislamiento. “La argentinización” no era un destino que el reino esperaba pos Brexit.
El ministro de Finanzas admitió que había sido un día difícil después de que se vio obligado a dar marcha atrás en la reducción del impuesto sobre la renta para los ricos. El plan provocó un gran rechazo en los mercados con un desplome de la libra y fuertes críticas a la premier Truss, quien promovió un drástico recorte de impuestos para fomentar el crecimiento económico.
El ministro admitió que su plan económico había causado "un poco de turbulencia". Pero siguió respaldando su visión de crecimiento y dijo:
Una de las medidas reducía el 45% de los impuestos a los salarios más altos del reino.
"Con el crecimiento económico, todos se benefician, y quiero decir, todos. Necesitamos seguir adelante. No más distracciones. Tenemos un plan y debemos seguir adelante y entregarlo. Eso es lo que el público espera del gobierno", sostuvo.
Dijo que el camino en el que se encontraba el país era "insostenible" y que "no teníamos otra opción... El precio de la inacción habría sido mucho mayor que el costo del plan". Después de reconocer brevemente el cambio de sentido, dijo que el gobierno seguía adelante con el impulso del crecimiento económico en todo el Reino Unido. "Lo hemos hecho antes y podemos hacerlo de nuevo", dijo a los miembros Tory en Birmingham.
Por la mañana del lunes, la primera ministra seguía defendiendo su medida construida en el mayor secreto. Pero según las fuentes del gobierno, la decisión de dejarla de lado se adoptó el domingo a la noche bajo la presión de la conferencia Tory en Birmingham.
El Chancellor de las finanzas explicó que la reducción de impuestos se volvió “una enorme distracción” y por eso “debe ser removida”. “El 95 por ciento del paquete en el que estamos focalizados y el plan de crecimiento van a tener lugar”, dijo para justificar su pública humillación.
Cuando le preguntaron si iba a renunciar, este hijo de inmigrantes de Ghana, que se formó en Eton, Harvard y Cambridge en Historia Económica y habla 6 idiomas, dijo con arrogancia: “De ninguna manera”. Las casas de apuestas como Paddy Power sostienen ahora por 7/1 que Kwarteng no será Chancellor para el fin de la semana y por 11/2 que Liz Truss no estará como primer ministra en Downing Street para fin de año.
Una investigación sobre la reunión de Kuarteg con un grupo de fondos de pensión antes del mini presupuesto, presentado el viernes 23 de septiembre, fue pedida por 31 diputados laboristas. Uno de los banqueros salió diciendo. “Este es un idiota útil”, con un champagne en la mano. La suerte de la premier Truss está en juego cuando no ha cumplido tres semanas en su cargo. ■