La perinola de Olivos, movimientos en Cumelén y un sistema anti-indignados
Verano político. Macri con Larreta en Cumelén. Schiaretti y la tercera vía. Alta temperatura oficialista.
Polarización fatal
Se ordena el panorama con metodologías paralelas. Juntos por el Cambio nació de una alianza donde fue operativo el dominio territorial del radicalismo, el prestigio de Elisa Carrió en la burguesía de los grandes distritos, y el proyecto del PRO, que cambió la fisonomía del área metropolitana con las administraciones de Macri y Larreta, ciclo que este año cumplirá 16 años de hegemonía imbatible – y que puede seguir hacia delante porque nadie les hace sombra en CABA, ni aunque les coman el morral con el recorte de fondos.
El método lo pudo inspirar un consejo que le daría José María Aznar a Macri: hagan lo que hicimos en España con el PP, junten todo lo que esté a la derecha de la izquierda. En el país del voto obligatorio y con ballotage de 45 puntos fue la clave del triunfo de 2015. Consolidó un formato de polarización en coaliciones, que adopta el peronismo aplicando el mismo método: juntemos todo lo que está a la izquierda de la derecha.
La aplicación del método explica por qué el Gobierno busca identificar a Cambiemos con las banderas de la derecha, el FMI, Estados Unidos, el anti-garantismo y el 2x1 del Proceso. Y por qué hace trencito con los dictadores en la CELAC y defiende los atropellos a los derechos humanos en los organismos internacionales.
El sistema resiste y contiene hasta a los indignados
No hay que buscarle contenido ideológico. Ni JxC es la derecha ni el Frente de Todos es la izquierda. Pero JxC no le hace a asco Milei, como no le hace asco al FdT a lo que resta del comunismo, para decirlo brutalmente. Es solo un método: ni el gobierno es la izquierda, ni la oposición es la derecha. Izquierda y derecha son lemas perimidos que no merecen ser agraviados. No se pueden defender. Esa polarización resiste porque está amparada en la solidez del sistema político argentino: después de 107 años de Ley Sáenz Peña, la sociedad sindica en un 80% el apoyo a las mismas dos familias políticas, hoy representadas en las coaliciones del oficialismo y la oposición. La indignación que horada a los sistemas en todo el mundo no penetra en esa polarización.
En 2001, en medio de la crisis más grande del sistema en la historia, Luis Zamora, abanderado de la indignación, fue elegido diputado con el 10,13% de los votos. Su fuerza logró meter dos diputados. En 2021, Javier Milei, con el mismo llamado a la indignación, sacó el 17,04% y logró también dos diputados. Los dos jugaron dentro del sistema democrático y ha representado a sectores de indignados que no hieren la hegemonía de las dos grandes coaliciones, y siguen manteniendo su capacidad de representación de la mayoría de los votantes. Esa participación es también un factor de consolidación del sistema, que se desmorona en el resto del mundo. Pregunta el teclado si esta canción durará por siempre (Charlie). Nada es eterno en política.
Los gobernadores esperan que gire la perinola de Olivos
El oficialismo se dispara solo, como las armas viejas y descuidadas, a veces con resultados nefastos. Lo advirtió Jorge Capitanich, el más escuchado de los dirigentes del peronismo gobernante, cuando dijo que es absurdo que vayan a una PASO nacional del Frente de Todos, el presidente, la vicepresidenta (si se suelta las trenzas de una buena vez) y dos ministros. Alberto, Cristina, Massa y Manzur, entiende, pertenecen al mismo espacio político y tienen que acordar, en todo caso, quién los representará.
Por último, que tiren la perinola los cuatro en una pieza y rifen el cargo. Quien gane, que vaya a una PASO donde cree que debe estar representado un peronismo federal, y en la que se disputen proyectos y liderazgo para unas elecciones nacionales que van hacia una paridad estrecha, tal como en 2015.
Discurrió sobre esto Capitanich durante el fin de semana, para disipar una lectura errónea de dichos suyos. Le atribuyeron un respaldo a Alberto como candidato único que, si se presentara a una PASO, los demás debían borrarse. Cabe imaginarse qué ocurriría si Alberto va a una PASO y pierde. Su gobierno terminaría en agosto y no podría gobernar hasta diciembre. Y si ganase, arrastraría al resto del peronismo con su desprestigio.
Antes de mayo, nadie adelanta el juego
Este debate se actualiza porque Juan Manuel Olmos está intentando convocar, desde Olivos, a los gobernadores y dirigentes del PJ en una reunión del Congreso y el Consejo para el 24 de febrero. Ese día se cumplen 77 años del primer triunfo de Juan Perón en 1946. Todavía no termina el recuento de voluntades, porque implica comprometer asistencias que sólo se logran si está claro a qué se va. Si se va para jalear alguna candidatura, no habrá reunión.
Hay 12 gobernadores que han adelantado elecciones para desacoplarse de las nacionales. Recién en mayo, cuando termine este proceso, se sabrá en cada provincia quién quedó con poder en el peronismo. Y esos caciques van a jugar o no en el armado de las listas nacionales para las PASO que cierran en junio. Evaluarán si el peronismo del AMBA los ayudó o los perjudicó en sus elecciones y actuarán en consecuencia. Esperar algo antes es ilusorio.
Una ley no escrita dice que, en cualquier partido, los gobernadores siempre mueven los últimos y cuando ya saben cómo jugaron los demás. Es comprensible. Son la primera línea de la gobernabilidad. La gente no vive en la Argentina, que es una entelequia. Vive en las provincias.
Se reanima Cumelén con Larreta y Pichetto
Los dos segmentos del cronograma electoral –desacoplados e integrados a la fecha nacional (como CABA, Córdoba y Buenos Aires, que no adelantarán)– afectan también a la oposición. Este miércoles se agita Cumelén porque llega Miguel Pichetto a una cita con Macri –lo acompaña Ramón Puerta-. Pichetto está entre quienes creen que Macri debe definir su candidatura presidencial cuanto antes. Entiende que será un ordenador de la oposición en todo el país para evitar dispersiones. Sea o no candidato. Más aun, cree que hay que adelantar programas y elencos para
“Juntar todo lo que esté a la derecha de la izquierda”: el consejo de José María Aznar a Macri para ganar en 2015.
Pese a su llamado a la indignación, Javier Milei juega dentro del sistema dominado por la hegemonía de la polarización.
El gobernador Jorge Capitanich consideró absurda una PASO nacional del oficialismo y reclama un acuerdo por el candidato.
Mauricio Macri recibirá el miércoles a Pichetto y Puerta y aguarda también por una visita de Larreta.
dar certidumbre, ese producto que no puede producir el oficialismo.
Puerta va más allá. Cree que tener a la(s) formula(s) de JxC antes de marzo, también ordena al peronismo de las provincias. Sabrán con quién tendrán que gobernar o no desde diciembre. Leen las encuestas que dan por ganadora a la oposición. El expresidente Puerta sostiene que los candidatos a presidente influyen mucho candidaturas provinciales, y que es algo que no se suele tener en cuenta.
Moverá la ligustrina de Cumelén la aparición por allí de Horacio Rodríguez Larreta. Si iba a La Angostura era para verlo a Macri, y este domingo ya estaba allí. Nada raro: si hay un pacto firme en la escena política es el que une a Macri con Larreta. Se engaña quien crea otra cosa.
Perotti tiene turno con Schiaretti
Nadie se sorprendió que Mónica Fein, presidente del socialismo nacional apareciera junto a Schiaretti el sábado. Como de urgencia, porque los sábados no se trabaja, salvo en Cosquín, escenario adonde la llevaron a la ex intendenta de Rosario. En esa cita Fein le dijo al Gringo que tiene que ser candidato a presidente. “Ya va a llegar el momento de las candidaturas, ahora hay que armar y consolidar el espacio”, desmarcó el gobernador. Fue la avanzada del gesto más notable de esta tercera vía, después de la foto mansa de Schiaretti con Juan Urtubey hace tres semanas.
Este lunes se va a mostrar junto a Omar Perotti en la ciudad de San Francisco, cuna de Domingo Cavallo, pero donde fue intendente dos veces el delfín del cordobesismo en 2023, Martín Llaryora. Van a lanzar una obra que llevará agua del litoral hacia Córdoba, en un acuerdo pacífico con una música política.
Es la consolidación del armado de esa vía, a la que hay que ponerle nombre para la que cuentan como un tercer socio a Gustavo Bordet, que gobierna Entre Ríos. Ese distrito pertenece al grupo de las Top Seven, las siete provincias con mayor cantidad de votantes; las otras son Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, CABA, Mendoza y Tucumán. Schiaretti y Bordet se atribuyen haber colaborado para que Perotti sea gobernador de Santa Fe.
Eso les da afecto societario para ampliar la base de esta alternativa que, juran ellos, mostrará el nombre de Schiaretti en una boleta de candidato a presidente, por afuera de Juntos por el Cambio y del Frente de Todos.
Santa Fe: fuego en la sala de máquinas del peronismo
La cita es oportuna y con señas y contraseñas para todos. Responde al viejo proyecto de una tercera vía, que ha derrapado en varios momentos de este ciclo de la Argentina polarizada. Esta vez replica a la cumbre que hizo en Santa Fe el llamado Frente de Frentes. Ese proyecto, que han urdido radicales, el PRO, la Coalición Cívica y un sector del socialismo de esa provincia, es la amenaza a la continuidad del peronismo.
Perotti sufre el karma de la no reelección y debe hacer esfuerzos descomunales para general un sucesor de confianza. De ahí que busque amigos entre los socios de la región que pueden ayudarle, porque Córdoba y Entre Ríos pertenecen al club de los Top Seven.
La entente del FdF es un bordado fino que si cierra del todo es un triunfo del acuerdismo, porque Santa Fe es, como otros distritos, varias provincias en una Norte, Sur, interior.
Pertenece al país normal que no comparte las extravagancias políticas del AMBA, y tiene riqueza y prosperidad. Genera generaciones de políticos de fineza florentina para sobrevivir y competir.
En Juntos por el Cambio se sienten cerca de gobernar, algo que casi lograron dos veces con Miguel del Sel. Ni con el Dibu.
Aprovechando las incertidumbres cordobesas
Como la política es caminar con andador, el grupo Schiaretti encuentra ventajas objetivas y busca aprovecharlas para avanzar. En Córdoba tiene a su favor que Macri no apoya a Luis Juez en la carrera a la gobernación. Por eso el encuentro de este lunes se hace en la ciudad de Llaryora.
También les da aire que el radicalismo no termine de resolver enigmas inescrutables, como que mantienen sin candidatura a Mario Negri, uno de los dirigentes mejor calificados del país -lo muestra la encuesta de la firma Solmoirago que publicó este diario-. En el balance neto de imagen, Negri es el segundo mejor dirigente de todos los encuestados, con un valor positivo de 6,2 puntos. En imagen, es el radical mejor calificad, por encima de Facundo Manes y Gerardo Morales.
Controla el partido en su provincia y coordina a la oposición al peronismo desde su despacho en la Cámara de Diputados. Pero está hoy fuera de competencia, aunque lo que querrían Macri y hasta Schiaretti por lo menos es que repitiese mandato como diputado .
Como parte de su estrategia para el armado de una tercera vía, Schiaretti recibirá en Cordoba la visita de Omar Perotti.
Mario Negri es el radical mejor posicionado en las encuestas, pero es un enigma que no sea candidato a gobernador.