Era músico, murió tras una pelea y la familia denuncia que fue asesinado
La pericia determinó “paro cardiorespiratorio no traumático”. Pero ahora investigan si se trató de un crimen.
La noche estaba a punto de terminar. Facundo Pietropaolo (35) pasó por un quiosco y se encontró con tres hombres y una mujer. Tuvo un intercambio con uno de ellos y todo terminó en tragedia. Falleció a tres cuadras de su casa. Nadie lo asistió ni le brindó atención médica. Ahora investigan si se trató de un crimen. "No sólo me lo mataron a golpes, lo abandonó el sistema. Nadie hizo nada por él, ni la policía ni la ambulancia", dice Florencia (26), la hermana de la víctima, a Clarín.
Facundo era bajista, tocaba en Gula's, una banda de rock. El viernes pasado se juntó con sus amigos a ensayar y decidieron pasar por un quiosco para comprar algo.
"Hay dos situaciones. Alrededor de las 3 de la mañana, junto a sus amigos, se cruza con estos tres individuos. Se conocían, él saludó a dos y a uno no y ese le pegó una cachetada. Luego de ese cruce, los amigos de Facundo lo sacan del lugar, lo llevan de regreso a su casa y él ingresa", explicó Patricia Danna, la abogada de la familia del fallecido.
Pocos minutos después, Pietropaolo quedó filmado saliendo de su casa con un caño de una pileta pelopincho en la mano. Según presumen, fue a buscarlos, aunque eso no está claro porque no hay testigos que hayan conversado con él. En ese punto se encuentran, en la esquina de la calle Bizet y Rolland, se produce la pelea.
En los videos se ven sombras. Corridas. Una ronda, un grupo de personas. El palo en la mano de alguien, después el cuerpo de Facundo en el suelo. No hay detalles ni claridad en la escena. Un vecino intervino y les pidió que paren. Recién ahí lo levantaron y entre los tres lo dejaron, inconciente, al costado del cordón, al lado de un árbol.
"La pelea dura 5 minutos, eran tres hombres y una mujer los que me lo matan a golpes, me lo dejan tirado y abandonado. La policía pasa por la esquina, se ve el patrullero que a las 4.09 lo ve en el suelo y no fueron capaces de frenar, siguieron de largo. A las 4.14 llega el primer patrullero porque el vecino que lo ayudó llamó al 911. Él lo vio todo, mi hermano todavía estaba vivo", reconstruye minuto a minuto una de las tres hermanas de Facundo.
"Cuando llegan los policías lo patean, lo tocan con el pie para ver si reacciona, le iluminan la cara con una linterna pero no le hacen RCP, no corroboran sus signos vitales, no lo tocan. Según indicaron, llamaron a la ambulancia, pero nunca vino. A las 4.27 de la mañana llega el otro patrullero y de nuevo, lo único que hacen es ponerle una bolsa encima a mi hermano para taparle la cabeza. La ambulancia llega recién a las 5 de la mañana", describió.
La autopsia determinó que Facundo falleció de un paro cardiorespiratorio no traumático. Es decir que no se dio producto de un golpe, o al menos así lo notificaron los peritos. Fuentes de la investigación confirmaron a Clarín que la causa quedó caratulada como "averiguación de causales de muerte" y que esperan el resultado los "estudios complementarios a la autopsia, como toxicológicos y patológicos". Mientras tanto, "continúan tomando declaraciones testimoniales".
Las personas que golpearon a Facundo, identificados por la familia como Pablo, Gonzalo, Jhonatan y Brenda, eran conocidos de la víctima.
"Ellos dan una versión completamente diferente. Como que mi hermano fue el que les pegó. Pero ellos eran cuatro y mi hermano estaba solo. En la comisaría nunca nos dejaron reconocer el cuerpo, mi mamá lo hizo a través de un collar. Pero en el velorio lo encontramos todo golpeado, tenía la cara desfigurada. Estaba irreconocible entonces ahí hay algo", se preocupa Florencia. Según describe, su hermano tenía un golpe "terrible" en la cabeza y "una patada en el pecho". Sospecha, además, que alguien le quitó el palo con el que salió de su casa y lo usó para golpearlo. Era un caño que sacó de una pata de una pileta de lona. "No coincide nada de lo que nos dijeron ni en la fiscalía ni en la comisaría con lo que vimos en mi hermano. Entonces pusimos una abogada y queremos saber qué pasó, que investiguen", cuestionó.
Facundo tenía una hija de 8 años y trabajaba como mecánico en un taller del barrio. Vivía en una casa detrás de la de su mamá, que no escuchó nada esa madrugada. El episodio fue a tres cuadras de esa casa. El sábado, familiares y amigos de Facundo marcharon en el centro de Hurlingham pidiendo justicia. ■