La Sole jugó de local en Cosquín
Cautivó a la Plaza Próspero Molina. Esta madrugada, Abel Pintos cerraba la 63ra edición del encuentro.
Soledad Pastorutti protagonizó un show de más de dos horas que abrevó en las diferentes vertientes que navegó en 27 años de trayectoria y ratificó que el escenario del Festival de Cosquín es su casa.
Puesta desde las 2.30 a cerrar, en la madrugada de ayer, la octava y penúltima noche de la 63ra edición de un lugar donde irrumpió a mediados de los ‘90, La Sole jugó otra vez de local con la complicidad de una audiencia que la adora.
Según consigna la agencia Télam, Soledad cumplió acabadamente con la premisa de la gira Sigo siendo yo que la trajo a la Plaza Próspero Molina. Contó con una numerosa banda todo terreno y un fraseo personal que convierte en propio todo lo que interpreta,.
Así tuvo un arranque pop con Vivir es hoy, hizo cumbia con Tu marca y compartió con Nahuel Pennisi una versión algo almibarada de la estupenda Oración del remanso, de Jorge Fandermole.
“Esta noche de plaza llena, repleta, es maravillosa. Me emocionan, me alegran el alma. Tengo 42 años, llegué a este escenario con 16 y las ganas siguen siendo las mismas”, expresó en su saludo inicial.
En ese torbellino de estilos hubo pasajes criollos de escasa sutileza (con fragmentos de La olvidada, Entre a mi pago sin golpear, A Don Ata, La López Pereyra, Perfume de carnaval y Zamba para olvidarte, entre otras) antes de invitar a cantantes que conoció en su experiencia televisiva de La Voz Argentina.
Con otros postulados estéticos, a los 75 años Nacha Roldán regresó a este encuentro folclórico: el encanto de su decir sobrevolando géneros vernáculos en un concierto breve que deleitó sin artificios y se llevó dos premios -Nelly Omar a la trayectoria y Camin- y una ovación.
Su actuación funcionó como una impecable lección de canto y de elegancia interpretativa que bien pudo acontecer para resaltar una de las misiones del festival: volver a poner en circulación a artistas alejadas de los primeros planos.
Otras mujeres, Magalí Juares y Laura Molinas, las dos que sostienen la propuesta de Ciudadanas, asumieron una propuesta riesgosa con el protagonismo de la incendiaria flauta de Molinas (Revelación 2022) y salieron airosas del desafío.
Al frente de un quinteto con nombres relevantes como los de Milagros Caliva (bandoneón) o Nahuel Quipildor (guitarra), Ciudadanas mostró sus matices y la potencia vocal de Juares en Juana Azurduy y Corazón santiagueño, que respectivamente abrieron y cerraron el set.
Quizá con la Consagración 2022 como un peso, a Nahuel Pennisi le costó hallar el mejor color para amalgamar su veta romántica con el folclore que connota Cosquín. Hizo clásicos propios como No te debo nada, Primavera,Mía y Mundo.
Al cierre de esta edición, ante una multitud, Abel Pintos bajaba la persiana de este Cosquín 2023. ■