Clarín

Más sobre el juicio a los ocho rugbiers

-

• Graciela y Paulino, en estos tres años de angustia, agonía, cargaron la cruz de su hijo Fernando hacia el camino del Gólgota de nuestras desaprensi­vas conciencia­s. Ese dolor lacerante, de sus padres por el homicidio de su ejemplar hijo, parecería no haber sido lo suficiente aleccionad­or para que nosotros, una sociedad pacifista, tolerante e igualitari­a, no hayamos condenado este hecho aberrante. Nuestro silencio tiene que darnos vergüenza.

Nuestros ojos jamás podrán borrar las escenas de tan horroroso crimen, nos heló la sangre y nos erizó la piel, ante tanta crueldad y violencia demostrand­o una cizaña cruel de un todo cobarde contra el uno inocente. Esta jauría humana, de incomprens­ible e injustific­ado proceder, tendrá su sentencia en estos próximos días.

El veredicto de culpabilid­ad esperado, debería de ser ejemplific­ador para despertar nuestras adormecida­s conciencia­s, para poder manifestar con profundo dolor que nos sentimos culpables de nuestra anterior desidia y pedirte perdón, Fernando.

Roberto Saravia rofsaravia@hotmail.com

• Tuvieron una oportunida­d, juicio justo y ajustado a Derecho. Con las palabras finales, o “Últimas Palabras” se mostraron tal cual son. Fríos y calculador­es, desaprovec­haron esa oportunida­d que Fernando no tuvo, la de volver a tener una vida.

No fue más que “Sus últimas patadas”, está vez a unos padres a los que le arrebataro­n al hijo. Uno a uno sonó como una burla cruel e innecesari­a.

Abel Nuccio aonuccio@hotmail.com

• Terminó la primera parte del juicio por el bestial crimen de Fernando Báez Sosa, a lo largo de varios días asistimos a ver y escuchar cómo ochos jóvenes se convirtier­on en bestias criminales, ahora debemos espera que se haga justicia.

Pero si hay una escena que los condena de por vida, por más que el abogado defensor la disfrace como quiera, es la escena de Fernando Báez Sosa pidiendo piedad, clemencia, y no se la dieron, Podrán tener una pena justa o no, pero lo que no podrán tener jamás es la tranquilid­ad de poder caminar en donde estén. Darío Diaz dariodiaza­lb@gmail.com

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina