Clarín

Almudena y la memoria

- Débora Campos decampos@clarin.com

Pasan los meses, pasan las dosis de vacuna, bajan los casos y la vida (una nueva vida, parecida a la anterior) retoma los circuitos del Scalextric prepandemi­a en el que alguna vez vivimos. Olvidamos. Porque olvidar es también necesario para continuar. Pero entonces, un llamado de alerta nos sorprende desde el pasado cercano. La escritora española Almudena Grandes trabajaba en el sexto volumen de su conmovedor­a serie Episodios de una Guerra Interminab­le, cuando el covid desató el encierro mundial. Por aquellos meses de barbijos, distancia social y naranjas lavadas con desinfecta­nte, entre los apuntes para la novela Mariano en el Bidasoa –que sus lectores y lectoras ya podían paladear aunque no estuviera ni siquiera escrita– y las entrevista­s dedicadas al libro previo, un estudio médico reveló que Almudena tenía cáncer. Con el diagnóstic­o en la mano, la autora se dejó guiar en el tratamient­o. Podría haber suspendido el trabajo. Pero lo que hizo fue otra cosa: barrió con todo lo que tenía delante y empezó una nueva historia, otro libro. Una novela urgente sobre la destrucció­n que la pandemia imprimía, no ya sobre la salud, sino sobre la vida en común. Olvidamos porque es necesario, pero hubo un tiempo (dos años) en los que la libertad se volvió enemiga de la vida. Por miedo y para sobrevivir, miles de millones de personas cedieron sus derechos cívicos más relevantes de manera voluntaria. Nunca tal cosa se había visto. Y Almudena, ante ese panorama, quería hacerse preguntas.

Todo va a mejorar (Tusquets) nació de esas preguntas. “Una amenaza como la que representa­ba el covid nos enfrentó de golpe a las dinámicas de definir la libertad como la ley del más fuerte, en la línea marcada por el neoliberal­ismo, o de diluir los cuidados en la represión y el borrado de la conciencia individual, en la línea de las dictaduras, o de apostar por el difícil empeño de equilibrar los deseos particular­es con el respeto a la convivenci­a”, recuerda su compañero, el poeta Luis García Montero, al final del libro.

Se ha dicho que esa novela póstuma es una distopía. Para eso, necesitarí­amos más suerte de la que solemos tener. Almudena Grandes murió el 27 de noviembre de 2021. La pandemia aún seguía ahí. No llegó a completar la historia, pero legó a García Montero la tarea de terminarla. Para que no olvidáramo­s. Para que nunca dejáramos de estar alerta. Para que sepamos recordar cuando todo haya pasado.w

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina