Clarín

Federer, Nadal y Djokovic, las leyendas que cambiaron la historia del tenis

El suizo, el español y el serbio ganaron 64 de los últimos 78 Grand Slams y demolieron a rivales de toda edad.

- Luciana Aranguiz laranguiz@clarin.com

La consagraci­ón de Novak Djokovic en el Abierto de Australia agrandó aún más la leyenda de un Big 3 que, con Roger Federer retirado y Rafael Nadal cada vez más cerca de colgar la raqueta, sigue extendiend­o su impresiona­nte hegemonía de la mano de un Nole intratable y amenaza con amargar -al menos por un par de temporadas más- los sueños y aspiracion­es de una nueva generación, como ya hizo con las que antecedier­on a la que hoy lidera Carlos Alcaraz.

El dominio que ejercieron el suizo, el español y el serbio en los últimos 20 años fue tan apabullant­e que opacó a grandísimo­s jugadores que quizás con otros rivales adelante podrían haber conseguido mucho más de lo que consiguier­on.

Desde aquellos que compartier­on los primeros años de Federer, como Andy Roddick, David Nalbandian, Lleyton Hewitt o David Ferrer; pasando por otros más cercanos en edad a Rafa o Nole, como Stan Wawrinka, Andy Murray o Juan Martín Del Potro; hasta algunos más jóvenes, como Dominic Thiem, Grigor Dimitrov, Alexander Zverev y el propio Tsitsipas. Todos sufrieron con este trío de talentos extraordin­arios.

Hay un número que refleja lo aplastante de ese reinado. Entre Wimbledon 2003, en el que Federer consiguió su primer trofeo “grande”, y la última edición de Australia, se disputaron 78 Grand Slams. Entre el suizo, el español y el serbio ganaron 64, más del 82 por ciento.

En los últimos 20 años, esa categoría de torneos solo tuvo diez campeones fuera de ese trío. Los únicos que sumaron más de un festejo fueron Murray, ganador del US Open 2012 y Wimbledon 2013 y 2016, y Wawrinka, quien se coronó en Australia 2014, Roland Garros 2016 y el US Open 2016.

La lista la completan Roddick (US Open 2003), Gastón Gaudio (Roland Garros 2004), Marat Safin (Australia 2005), Del Potro (US Open 2009), Marin Cilic (US Open 2014) y Thiem, Daniil Medvedev y Alcaraz, ganadores en Nueva York entre 2020 y 2022, en ediciones que tuvieron en el cuadro a un solo integrante del Big 3.

Solamente uno de esos campeones tiene un récord positivo ante alguno de los tres “titanes” en un Grand Slam: Safin venció a un joven Djokovic en Australia 2005 y en Wimbledon 2008.

El escocés Andy Murray fue el único que pudo treparse al número uno del mundo en un momento de apogeo de Federer, Nadal y Djokovic. Fue entre finales de 2016 y mediados de 2017, cuando ocupó el primer lugar por 41 semanas, las únicas entre el 2 de febrero de 2004 y el 28 de febrero de 2022 que no tuvieron en la cima al suizo, al español o al serbio.

Y es que el poderío de Roger, Rafa y Nole no solo impresiona por la cantidad de victorias y consagraci­ones, sino también porque se extendió durante dos décadas.

Federer, quien se retiró en septiembre pasado, ganó su último título “grande” en Melbourne en 2018,

con 36 años y 15 después del primero que había conquistad­o en el All England en 2003. Acumuló 20 trofeos en esta categoría, ocho de ellos en Londres, donde es el máximo ganador, y cinco en Nueva York, donde comparte el récord de triunfos en la Era Abierta con Pete Sampras y Jimmy Connors.

Nadal, que dejó un gran interrogan­te tras lesionarse en Melbourne,

es el rey indiscutid­o de París, donde conquistó 14 de sus 22 Grand Slams. El que ganó en 2022 llegó 17 años después del primero, que había conseguido con apenas 19 años.

Y Djokovic sumó ahora su décimo título en Australia, certamen en el que ganó más que nadie en la historia y en el que había levantado también su primer trofeo “grande” hace 15 años. Hoy, con 22 en esta categoría, es el máximo campeón de Grand Slams junto a Rafa.

Las claves de ese dominio que parece interminab­le no son ningún secreto: sus talentos naturales con la raqueta, distintos pero igualmente letales dentro de una cancha, la pasión que sienten por el deporte, el hambre de gloria y el espíritu competitiv­o que los empujan a ir siempre en búsqueda de algo más, y una fortaleza mental para superar cualquier obstáculo.

El Big 3 también es distinto por la eficacia en finales de Grand Slams,

Me siento afortunado de haber podido jugar ante ellos porque me permitiero­n mejorar y poner el listón alto”.

Andy Murray

Ellos tres tienen una mejor mentalidad. Son capaces de ganar más partidos y hacer cosas espectacul­ares”.

Andrey Rublev

Es difícil creer que podemos derrotar a Roger, Rafa y Nole porque dominaron como nadie lo hizo”.

Casper Ruud

Son el monstruo de tres cabezas al que todos le queremos ganar. Inspiran y son como dioses”.

Nick Kyrgios

Destruyero­n las estadístic­as. Lo que hicieron por el tenis es genial. Son los más grandes”.

Daniil Medvedev

sobre todo ante rivales ubicados en lo más alto del ranking. Djokovic ganó 22 de los 33 partidos decisivos que jugó en ese nivel, con un récord de 2011 ante top 10. Nadal se quedó también con 22 de los 30 que disputó, con 19 victorias y siete derrotas ante jugadores de ese grupo de elite. Y Federer sumó 20 títulos en 31 finales, con 16 festejos y once caídas ante adversario­s ubicados entre los 10 mejores.

A mediados de 2019, Federer reflexionó sobre la era del Big 3: “Definitiva­mente nos volvimos mejores por el otro. No sé si habríamos logrado lo que logramos y si seguiríamo­s jugando si hubiéramos competido en diferentes épocas”, analizó el suizo.

“Tanto Federer como Djokovic y yo hemos hecho muchísimo más de lo que habíamos soñado. Hemos logrado cosas que nunca se habían logrado antes. Entre los tres nos hemos quitado mucho, pero no creo que ninguno habría llegado a los 35 años o más siendo así de competitiv­o sin los otros dos. Federer, Djokovic y yo nos hemos empujado al límite”, coincidió Nadal.

El a veces excesivo respeto de sus colegas colaboró al dominio de las leyendas. Hay solo 29 jugadores que fueron lo suficiente­mente fuertes para doblegar al menos una vez a cada uno de los integrante­s de ese grupo. Entre ellos, Del Potro, Nalbandian, Murray, Wawrinka, Rublev, Roddic y Dimitrov.

Solo cuatro de ese grupo pudieron sumar victorias ante los tres en Grand Slams: Murray, Wawrinka, Tomas Berdych y Jo-Wilfried Tsonga.

“Los buenos jugadores pueden vencerlos. No es un trabajo imposible. Pero necesitan empezar a creer en ellos mismos. Son tenistas increíbles, pero no superhéroe­s”, comentó hace un par de temporadas Nalbandian, el único que pudo ganarles a los tres en un mismo torneo. Fue en el Masters de Madrid 2007, donde venció en cuartos a Rafa, en semis a Nole y en la final a Roger.

“Las nuevas generacion­es parecen estar esperando que el Big 3 se retire ¡Yo estaba esperando eso en mi momento y todavía están por acá! Dejen de esperar y golpeen”, los alentó Nalbandian, cuando Federer aún no había anunciado el final de su carrera.

El suizo, Nadal y Djokovic construyer­on un reinado inigualabl­e, que se vio más amenazado por los problemas físicos que por los rivales.

Federer navegó los primeros 18 años de su carrera sin lesiones importante­s. Recién en 2016 se sometió a su primera operación, en la rodilla izquierda, que se había lastimado jugando con sus hijos. Regresó con todo, ganó tres Grand Slams más y volvió a la cima del ranking durante algunas semanas en 2018. Lo terminó retirando a los 41 años la rodilla derecha, que lo obligó a pasar tres veces por el quirófano y no lo dejó despedirse en un torneo por los puntos.

Nadal recorre el mismo camino, aunque luchó desde sus comienzos con los problemas físicos: la espalda, un hombro, las muñecas, un codo, las rodillas y esa lesión crónica en el pie izquierdo que le causó dolores de cabeza durante su carrera. El amor que siente por el tenis lo motivó a no bajar nunca los brazos. Pero tras despedirse de Australia con un desgarro en el psoas ilíaco de su pierna izquierda -y aunque él haya asegurado que va a volver-, quedó claro que a los 36 años el final está más cerca.

Djokovic, sin embargo, parece tener cuerda y tenis para rato. A los 35, el serbio está en plena forma, lo que se debe en parte a un régimen libre de gluten que sigue hace diez años y a una cámara de oxígeno que utiliza para la recuperaci­ón. Pero sobre todo a que hace ya un tiempo supo encontrar el método justo para cuidar y exigir a su cuerpo.

En su camino al título en Melbourne, el serbio superó a cuatro jugadores diez o más años menores que él:

en octavos al australian­o Alex De Miñaur (23), en cuartos a Rublev (25), en semis al estadounid­ense Tommy Paul (25) y en la final a Tsitsipas (24). A todos, sin perder un set.

“Ha sido una suerte contar con Novak, Rafael Nadal y Roger Federer. Hemos crecido viéndolos jugar y tenemos el mayor respeto por ellos”, comentó el joven griego. Minutos antes, había perdido con el serbio la última final del Abierto de Australia.

Como para que quede en claro cómo el Big 3 cambió la historia del tenis y privó de grandes festejos a las nuevas generacion­es.■

 ?? REUTERS ?? El Big 3. Novak Djkovic, Rafael Nadal y Roger Federer coincidier­on en la última Copa Laver, la del retiro del suizo. Su legado será enorme para la historia del deporte en general.
REUTERS El Big 3. Novak Djkovic, Rafael Nadal y Roger Federer coincidier­on en la última Copa Laver, la del retiro del suizo. Su legado será enorme para la historia del deporte en general.

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