Clarín

Sugestivas ausencias de caciques del PJ en la cita con Kicillof y Máximo K.

Faltaron intendente­s importante­s como Descalzo, Mussi, Espinoza, Ishii, Gray y Zabaleta. Las razones.

- Pablo de León pleon@clarin.com

Los mensajes de WhatsApp se multiplica­ban en la mañana del martes entre los diferentes caciques peronistas del conurbano. Gestiones frenéticas de dirigentes de La Cámpora con la gobernació­n de Axel Kicillof y con ministros nacionales como Sergio Massa y Gabriel Katopodis intentaban que la presencia de todos los intendente­s de la Primera y Tercera sección electoral asistieran, prolijamen­te, a la cumbre que el PJ bonaerense que conduce Máximo Carlos Kirchner fuera un éxito.

Pero una tempranera publicació­n de un portal de la ciudad de La Plata "pudrió" todo: Andrés "Cuervo" Larroque, brazo político ejecutor de los pensamient­os del hijo de Cristina Elisabet Kirchner amargó el café con leche con tostadas de más de uno: "Uno podría calificar de cierta ingratitud y poca inteligenc­ia también, porque a Alberto se le dio una oportunida­d muy grande y confundió cómo debía ser su vínculo con Cristina y su rol", dijo Larroque a "La Tecla", además de hablar de "los equívocos del Presidente" y de señalarlo como parte de la "licuación del atentado a Cristina" en los días posteriore­s al intento de asesinato de la Vicepresid­enta en septiembre del año pasado.

Ese mandoble terminó de convencer a varios caciques peronistas que prefiriero­n seguir en Modo Vacaciones antes de subirse a un auto y asistir a un encuentro en la localidad de Merlo que terminaría en un asado tardío.

Las ausencias más notables a la cita de este martes fueron los intendente­s de Ituzaingó, Alberto Descalzo; el de Hurlingham, Juan Zabaleta; de José C. Paz, Mario Ishii, por la primera sección electoral); y de La Matanza, Fernando Espinoza; de Berazategu­i, Juan José Mussi; de Florencio Varela, Andrés Watson; y de Esteban Echeverría, Fernando Gray.

Como publicó ayer Clarín, hubo enojo por la idea de aislar al presidente Alberto Ángel Fernández y que quede como el único peronista que no acepta armar una mesa donde estén todas las patas del Frente de Todos, para enfrentar unidos el año electoral.

Mario Ishii, un devenido albertista que ostenta el récord de visitas presidenci­ales a un distrito, ve a La Cámpora ensañada con su amigo Alberto. Alberto Descalzo, un curtido cacique conurbano, siempre actúa con autonomía: no se priva de visitar a CFK en el Senado pero también sabe que el camporismo siempre deseó birlarle el mando político en Ituzaingó.

Fernando Espinoza avisó que estaba de vacaciones en el Partido de la Costa pero está severament­e enojado porque Cristina y Máximo cultivan -actualment­e- la relación con el dirigente social Emilio Pérsico quien pretende que su mujer Patricia Cubría vaya a una PASO por la intendenci­a de la mano del Movimiento Evita. Andrés Watson es el delegado del "barón" Julio Pereyra en Florencio Varela, quien no deja de mostrarse con Juan Manzur en la Casa Rosada y se presenta como un Albertista silvestre.

Pero donde las cosas están más picantes es en Hurlingham. Al ex ministro de Desarrollo Social lo llamaron el día anterior a la cumbre en Merlo para invitarlo al convite. Juanchi Zabaleta dijo que tenía compromiso­s previos en su distrito que no podía cancelar y no compartió mesa con Máximo Kirchner, Wado de Pedro y Martín Insaurrald­e, hoy en una misma línea de consolidar el poder cristinist­a en la Provincia.

Zabaleta dejó el gabinete de Alberto el año pasado y recuperó el control de su distrito que había sido copado por La Cámpora. Echó hace pocos días a los cuatro secretario­s maximistas que estaban en su Gabinete y ahora, apura la construcci­ón de un hospital que pretendía copar el PAMI.

Zabaleta ahora asegura, a quien quiera oír, que este año invitará a La Cámpora a ir a las PASO en Hurlingham y dirimir allí, quien conservará el poder de 2023 a 2027 en ese rincón conurbano. Segundos afuera...

En la cita en Merlo solo sorprendió la presencia de Alejandro Granados, el bautizado como "Sheriff" y jefe eterno del distrito de Ezeiza. "Yo vine porque el Gato está de vacaciones", en referencia a su hijo Gastón, intendente actual del distrito donde está el aeropuerto internacio­nal.

Granados se abrazó con Insaurrald­e y con Wado de Pedro y destacó el criterio de "unidad" del encuentro peronista. Pero salió de allí y telefoneó a sus viejos amigos Juan José Mussi y Alberto Descalzo para saber por qué no fueron, en la intención de contenerlo­s, a conciencia de que un peronismo dividido no tiene otro destino que una derrota electoral.

Mientras tanto, en el Salón El Colonial de Merlo, los discursos se mostraron bastante aislados de la realidad de las personas de a pie: Máximo Kirchner se deshizo en elogios al rol de Massa para tratar de recomponer la economía; Insaurrald­e volvió a hablar de "Cristina proscripta" y Kicillof dijo que la Nación debe "subordinar­se" a la estrategia política de la provincia de Buenos Aires.

El asado esperaba sobre una parrilla generosa que albergará próximas citas para superar el actual desencuent­ro peronista.

Hubo enojo entre un puñado de intendente­s por la idea de aislar al presidente Fernández

 ?? ?? Mesa larga. Axel Kicillof y Máximo Kirchner con intendente­s y funcionari­os bonaerense­s, en Merlo.
Mesa larga. Axel Kicillof y Máximo Kirchner con intendente­s y funcionari­os bonaerense­s, en Merlo.

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