El Papa pidió en el Congo romper el ciclo de violencia que vive el país
Ante una multitud desbordante de religiosidad, con cantos y bailes africanos, que las autoridades estimaron en un millón de personas reunidas en un aeropuerto de la capital Kinshasa, el pueblo congolés celebró la presencia del Papa Francisco que les pidió “romper el ciclo de la violencia” y conseguir la paz en un país que lleva más de tres décadas en guerra.
En uno de las misas más pobladas de su pontificado de una década, el Papa argentino de 86 años les recomendó seguir “tres manantiales” para conseguir la paz, “que son el perdón, la comunidad y la misión”.
“¡Cuanto bien hace limpiar nuestros corazones de la ira, de lo remordimientos y de todo resentimiento y envidia!”, añadió Jorge Bergoglio, en su segunda jornada en la República Democrática del Congo (RDC), un país de más de 90 millones de habitantes y el que tiene más católicos en el continente, con 45 millones de fieles.
“Queridos amigos y amigas ¡que hoy sea el momento de gracia para acoger y experimentar el perdón de Jesús! Que sea el momento adecuado para ti, que llevas una pesada carga en el corazón y necesitas que te la quiten para poder volver a respirar”.
Durante la homilía, la multitud dejó de cantar y bailar y se dedicó a escuchar al Papa y aprobar con aplausos y gritos al pontífice. Los congoleños sufren por el reagravamiento de la violencia sobre todo en el Este del país, donde operan más de un centenar de grupos armados. El Papa hizo un llamado. “Deja las armas, abraza la misericordia”, dijo.
Dirigiéndose a los miembros de la Iglesia, el Pontífice les recriminó que ellos también corren el riesgo de “estar juntos, pero caminar por cuenta propia, buscando en la sociedad y también en la Iglesia el poder, la carrera y las ambiciones”. Para no caer en las falsas ilusiones del poder y del dinero, Francisco dijo que “el camino es compartir con los pobres”.
“Recomencemos desde los pobres y descubriremos que todos compartimos la pobreza interior. Con la ayuda de Dios construyamos una Iglesia vacía de espíritu mundano y llena de Espíritu Santo, libre de riquezas para sí misma y llena de amor fraterno”.
El martes, en la primera jornada de su visita, en el 40° viaje apostólico de Francisco y el quinto en África, Jorge Bergoglio formuló uno de los más resonantes discursos. Hablando ante el presidente Felix Tshisekedi, Francisco exclamó: “¡Quiten las manos de África! ¡Dejen de asfixiarla!”, atacando lo que llamó el “colonialismo económico” que sofocó al continente.
El viernes el pontífice argentino concluirá su visita a la República del Congo y viajará a Sudán del Sur.