Intentó sacarse una selfie en la orilla de un río, se cayó y se ahogó
Una mujer de 41 años fue encontrada muerta en la mañana de ayer por equipos de rescate en la zona del río Los Sosa de Tucumán, donde la buscaban desde el martes, cuando perdió el equilibro mientras intentaba sacarse una selfie, cayó y fue arrastrada por la corriente.
Se trata de Daniela María Avena, cuyo cuerpo fue encontrado alrededor de las 7.30 en los márgenes del río Los Sosa, sobre la ruta 307, en cercanías del Camping de Vialidad, en la zona de Piedras Coloradas.
La mujer era González Catán, al sur del conurbano en la provincia de Buenos Aires, y se encontraba en el lugar de visita junto a familiares.
De acuerdo con el relato de la familia, Avena se subió a una piedra en la orilla del río para tomarse una foto, cuando se resbaló y cayó, intentaron rescatarla, pero no lo lograron y fue arrastrada por la corriente.
El Grupo Cero de la Policía de Tucumán junto a rescatista busacaron a la mujer toda la noche, hasta que encontraron su cuerpo a unos 400 metros de donde había caído.
Por la fuerte correntada, los bomberos, mediante el uso de una tabla rígida, recuperaron el cuerpo y diseñaron un sistema de tirolesa con cuerdas anclada en ambos extremos del río, por donde se desplazó la camilla.
Durante la tarde, personal de la Fiscalía del Centro Judicial Monteros trabajaba en el lugar.
Los accidentes fatales al tomarse fotos en zonas de riesgo se repiten. Otra tragedia se produjo el 15 de enero, pasadas las 19, en un acantilado de más de 10 metros de altura ubicado en el kilómetro 549 de la ruta 11, a la altura de La Escondida, el balneario nudista de Mar del Plata.
Allí, Juan Florez Estrada, madrileño, de 39 años le pidió a una persona que caminaba por el lugar que le sacara una foto de cuerpo entero y con el mar de fondo. Al ubicarse muy cerca del borde del acantilado, se desprendió algo de tierra, lo que hizo que se precipitara al vacío.
La caída fue de unos 10 a 12 metros de altura y habría sido de espaldas. Tenía múltiples traumatismos en todo el cuerpo y la cabeza.
En la zona en la que ocurrió era imposible llegar por tierra, así que guardavidas de la playa nadaron hasta el lugar donde estaba el cuerpo ■