El baterista fanático de la Play que es el as en la manga de Finlandia
A los 23 años, lidera al equipo que este fin de semana será el rival de Argentina en los Qualifiers.
Finlandia es un país con una rica historia en muchos deportes, desde las disciplinas de invierno como el esquí y el hockey sobre hielo hasta el automovilismo, pero con poca tradición en tenis. Solo dos jugadores consiguieron logros destacados en el circuito ATP. El doblista Henri Kontinen fue campeón en el Abierto de Australia 2017 y ex número uno de su especialidad. Y Jarkko Nieminen fue 13° en singles y ganó dos títulos. Por eso fue el gran ídolo de la infancia de Emil Ruusuvuori, el líder del equipo finlandés que recibirá a Argentina en Espoo para disputar la serie de Qualifiers de la Copa Davis 2023.
Nacido en Helsinki el 2 de abril de 1999, el 43° del ranking mundial es la única raqueta finlandesa en el top 100 y viene de perder en la segunda ronda del Grand Slam oceánico con el ruso Andrey Rublev. Así igualó su mejor actuación en un “grande”, categoría en la que nunca pudo ganar dos partidos seguidos.
No tiene el mejor arranque de temporada (1-3), ya que antes de su paso por Melbourne había perdido en el debut en los ATP de Pune y Adelaida. Este flojo momento no debe relajar a los argentinos, porque Ruusuvuori cerró 2022 -el mejor año de su carreraen franco ascenso y con su mejor ranking: el 40° lugar. Y demostró que tiene talento para complicar a los rivales más duros y fortaleza mental para encarar grandes desafíos.
Fanático de los videojuegos -viaja con su PlayStation- y de la música toca muy bien la batería-, Ruusuvuori (23 años) tuvo que trabajar mucho para hacerse un lugar en el circuito de tenis, un deporte que descubrió de casualidad, un día que estaba jugando bádminton con su mamá Eva en un club de su ciudad natal.
“Mika Muilu miraba un entrenamiento de gimnasia de su hija, se acercó y me dijo: 'Parece que tienes algo de coordinación mano-ojo. ¿Querés venir a jugar al tenis?'. Y así empecé”, recordó en una nota con la ATP.
El nene de 5 años le agarró muy rápido el gusto a esa nueva disciplina y empezó a seguir de cerca las andanzas de Nieminen, que se transformó en un modelo a seguir. Cuando tenía 13, Emil comenzó a entrenarse en la academia que su ídolo tiene en Helsinki junto al italiano Federico Ricci, quien terminó transformándose en su entrenador.
“Los finlandeses son personas relajadas, bastante tranquilas -contó alguna vez Ricci-. Emil tuvo que construir una mentalidad competitiva, que no era natural en él. Y eso lleva tiempo”.
El finlandés lo logró y no tardó empezar a cosechar logros. Como junior, ocupó el cuarto escalón del ranking y fue semifinalista del US Open y campeón del ITF Junior Masters en 2017. Al año siguiente, dio el salto al profesionalismo y en junio de 2019 conquistó en Fergana, Uzbekistán, su primer Challenger. Fue el finlandés más joven en ganar un torneo de ese circuito y el primero en hacerlo desde Nieminen, en noviembre de 2013.
En septiembre de 2019 sumó su primera victoria ante un top 100 al derrotar a Dominic Thiem (por entonces quinto del ranking) en un choque de la Copa Davis y logró su segundo título en el Challenger de Manacor, que se disputó en las canchas de la Rafa Nadal Academy.
Como premio extra por ese festejo, fue invitado a preparar la temporada 2020 en esa institución. Ruusuvuori no dejó pasar esa oportunidad y terminó dándose el gusto de compartir algunas sesiones de trabajo con Rafa, a quien solía mirar por televisión cuando era pequeño.
“Es algo realmente diferente la forma y la fuerza con que golpea la pelota y cómo mantiene la práctica tan intensa. Es algo que nunca había experimentado y es uno de los mejores recuerdos que tengo. Hay muchas cosas que puedes ver y aprender de eso, aunque sea un solo entrenamiento”, contó tras esa experiencia.
Estaba listo para dar un salto de calidad, pero la pandemia de coronavirus lo frenó justo cuando estaba a un paso de entrar al top 100. “Fue muy duro. No fue fácil”, recordó.
Para aprovechar el parate de cinco meses, buscó con su entrenador la manera de seguir desarrollando su juego sin pisar una cancha.
“Federico me dio para ver partidos de Agassi, Sampras, Federer, Safin y otros clásicos. Agassi todavía jugaba contra muchos de los jugadores que siguen en el Tour, así que hay muchas cosas similares. Fue muy lindo y me sirvió mucho”, contó.
Ese trabajo dio frutos. Tras la reanudación del circuito en agosto, logró meterse por primera vez entre los 100 mejores y en octubre jugó su primera semi en el ATP de Nur Sultan, Kazajstán. En 2021 derrotó en la segunda ronda de Miami al alemán Alexander Zverev, séptimo del mundo, y se transformó en una presencia habitual en el circuito.
El año pasado vivió la mejor campaña de su corta carrera. Arrancó en su primera final, en Pune, donde perdió con el portugués Joao Sousa. En octubre llegó a las semis en Estocolmo, donde venció en cuartos al estadounidense Frances Tiafoe, semifinalista del US Open poco antes, y se despidió ante Stefanos Tsitsipas. Y cerró el año entre los 40 mejores.w