Caso Báez Sosa: “Todos atacaron de igual manera”
El pedido de disculpas de los rugbiers no es creíble en esta etapa del juicio y después de escuchar el pedido de prisión perpetua por parte de la fiscalía y de la querella.
¿Hubiesen pedido disculpas si no los hubiesen capturado y estuvieran en libertad? Seguramente que no; no habría arrepentimiento de nada.
Todos atacaron de diferente manera a Fernando Báez Sosa por haberse atrevido a pegarle al “líder” del grupo dentro del boliche; a sus amigos no, sólo para apartarlos cuando lo querían ayudar. Se descarta una riña.
Creo que no cabe duda de la alevosía y del ensañamiento, que se suman a la discriminación (”negro de m ..... ). La emboscada y el ataque a traición fue contra Fernando Báez Sosa, como muestran las pruebas. Para todo esto hubo intención.
Un ataque o pelea de hombres sería de uno de ellos, posiblemente el lider, contra Fernando y a trompadas; pegar patadas en la cabeza no es de hombres. Pero tampoco son chiEs
cos; son hombres que pelean a traición y atacan con patadas en la cabeza. Y patadas de deportistas.
El resultado que se buscaba era algo más que lesiones, podían y debían representarse claramente la muerte de la víctima. Hubo una concreta aptitud lesiva, como la que refiere Ragués Vallés en su libro “El dolo y su prueba en el proceso penal” (Ed. Bosch, pág. 492).
Fernando Báez Sosa perdió la vida, y también sus padres la perdieron con él, porque no tienen ni tendrán consuelo. Los padres de los rugbiers pueden sufrir por lo que están pasando sus hijos, pero los tienen, los pueden ver y abrazar.
El hecho -homicidio- existió. La condena a prisión perpetua no existe en la legislación; y una sentencia ejemplar debe surgir de un cambio en la política criminal. Los imputados causaron la muerte, se enteraron y se fueron a festejar (conducta posterior).
Los jueces conocen el derecho (iura novir curia) y sabrán adecuarlo a los hechos. Que no se repita algo igual.
Bernardo Nespral bn.nespral@gmail.com