EE.UU. envía a Noruega el más poderoso portaaviones del mundo
El USS Gerald R. Ford, el más poderoso portaaviones del mundo, apareció este miércoles en el fiordo de Oslo, la capital de Noruega. Y elevó la tensión entre Estados Unidos y Rusia, que enseguida alzó la voz.
Noruega, miembro de la OTAN desde la fundación de la organización militar en 1949, lleva meses temiendo la posibilidad de que Rusia ataque sus infraestructuras de hidrocarburos en el Mar del Norte (principal ingreso económico del país) y los gasoductos que la conectan con países como Francia, Alemania, Bélgica, Reino Unido o Países Bajos.
La explosión del gasoducto Nordstream el pasado septiembre, que no ha sido adjudicada oficialmente a nadie pese a las sospechas de que Rusia estaría detrás, pusieron en alerta a los noruegos.
La visita del portaaviones estadounidense, de propulsión nuclear y el más avanzado de su flota, en plena guerra de agresión de Rusia contra su vecina Ucrania y cuando la OTAN está reforzando su flanco oriental, aumenta la tensión con Moscú.
Pero es una muestra del compromiso de seguridad estadounidense con los países vecinos del Ártico, una región donde chocan los intereses de Canadá, Estados Unidos, el Reino Unido, la propia Noruega, Dinamarca (porque controla Groenlandia), Suecia y Rusia. Y en la que China tiene cada vez un papel mayor.
La visita del USS Gerald R. Ford es la primera a Noruega de un portaaviones estadounidense y muestra cómo la OTAN está desde hace meses dando pruebas de las garantías de seguridad a sus Estados miembro. La visita se enmarca oficialmente en una serie de ejercicios navales que hará junto a la Armada anfitriona a lo largo de la costa oeste y norte del país nórdico.
Los medios noruegos aseguran que navegará más allá de los límites del Círculo Polar Ártico y para las Fuerzas Armadas del país, según varios cables de agencias, la visita es “una importante señal de las estrechas relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Noruega y una señal de la credibilidad de la defensa y la disuasión colectiva”.
Moscú lo ve de otra forma. La Embajada rusa en Oslo criticó con dureza la visita. “Considerando que está admitido en Oslo que Rusia no es ninguna amenaza militar directa para Noruega, esta demostración de poder parece ilógica y dañina”, aseguró.
La diplomacia rusa también dijo que los asuntos que se discuten sobre el norte ártico “no requieren soluciones militares”. ■