Almirón se trajo la derrota y el malhumor por el juego
Volvió Boca y del avión fue a entrenar, a corregir los errores que el técnico detectó en Colombia.
La excursión de Boca dejó muy molesto a Jorge Almirón. No sólo por el resultado, una derrota que no le permitió avanzar a la siguiente fase de la Libertadores. El fastidio del técnico tenía que ver, sobre todo, con el rendimiento. Por eso no perdió tiempo. Apenas el plantel aterrizó en Ezeiza, se fueron directamente al Centro de Entrenamiento para preparar el partido que viene, Tigre, el domingo en la Bombonera.
“Nos va dejar mucha enseñanza esto, seguramente”, dijo el entrenador en la conferencia de prensa, todavía en el estadio Hernán Ramírez Villegas de Pereira. La principal crítica apuntó a la distracción que derivó en el gol de Arley Rodríguez.
“Teníamos el partido controlado”, sostuvo el técnico, que deberá evaluar algunos rendimientos. Muchos se preguntaban porqué salió Facundo Roncaglia e ingresó Nicolás Valentini, que quedó retratado en la jugada del gol colombiano, más allá de que le comieron la espalda a Frank Fabra. Ayer, trascendió el informe del cuerpo médico que manifestó una contractura en el isquiotibial del zaguero entrerriano. Incluso, está en duda para el partido del domingo. ¿Regresará Bruno Valdez, que ya está dado de alta del desgarro que sufrió el 12 de abril ante San Lorenzo?
Almirón quedó disconforme con varios rendimientos. ¿Hará algún cambio fuerte? Fabra, Pol Fernández y Darío Benedetto tuvieron un mal desempeño. El Pipa, sin ir más lejos, le dejó su lugar a Miguel Merentiel en el último tramo del encuentro ante los colombianos.
Por estas horas, el entrenador está evaluando si puede contar con Luca Langoni. El pibe de 21 años se desgarró el isquiotibial derecho y está en la etapa final de su recuperación. Si está en condiciones podría ir al banco. Exequiel Zeballos todavía sigue la rehabilitación de la lesión en la rodilla izquierda. No lo apurarán.