Una campaña marcada por las sospechas de compra de votos
Las elecciones municipales y regionales de ayer domingo en España concluyeron ensombrecidas por las sospechas de compra de votos por correo en varias localidades que han emergido en los últimos días.
El punto inicial del escándalo fueron las irregularidades detectadas en Melilla, la ciudad española enclavada en el norte de Africa. En total, hubo al menos 30 detenidos que fueron luego liberados pero con causas abiertas.
Según informaron el viernes fuentes judiciales, un total de diez personas fueron detenidas en todo el país entre el lunes y el martes de la semana pasada. En Mojácar, al sur del país, en un asunto similar no conectado con el de Melilla, la policía arrestó el miércoles a siete personas por sospechas de compra de votos a cambio de dinero, informó la Guardia Civil. Luego, todos fueron puestos en libertad con cargos, de acuerdo al diario El País. Según la televisión pública TVE, los votos en Mojácar se compraban por 100 euros (107 dólares).
En Albudeite (sureste), fueron 13 los detenidos el jueves, también según la Guardia Civil, que fueron puestos en libertad con cargos, y hay dos personas más investigadas.
Los casos de Mojácar y Albudeite implican a miembros del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), por lo que la oposición exigió explicaciones por el caso.
Para votar por correo en España hay que seguir tres pasos: solicitar un certificado de inscripción en el censo, recibirlo en casa, y proceder entonces a enviar la papeleta del partido al que se quiere votar. Para los dos primeros es necesario presentar el documento nacional de identidad, pero no para el tercero, que es donde se están produciendo los fraudes.
El escándalo de la compra de votos no ha sido el único de la reciente campaña electoral española. La inclusión de ex miembros de la organización armada vasca ETA, responsable de más de 850 muertes, en las listas electorales de los independentistas vascos de la agrupación EH Bildu protagonizó la primera gran controversia y suscitó el rechazo de las asociaciones de víctimas.w