Clarín

Interna del FdT: fuerte sospecha entre los intendente­s del PJ de que al final Scioli no competirá

La desconfian­za obedece a que no se movió, por ahora, ni para juntar los avales para su lista. Creen que busca subirse el precio para luego negociar y bajarse.

- Mariano Roa mroa@clarin.com

Cristina Kirchner utilizó una condena para evitar otra. Así se valió de la sentencia a 6 años de prisión e inhabilita­ción perpetua para ejercer cargos públicos por defraudaci­ón al Estado en la causa Vialidad (que aún no está firme) para denunciar su supuesta "proscripci­ón", un argumento que le sirvió para no enfrentar lo que verdaderam­ente la lastima: que la gente también la condene en las urnas.

Tras el fallo, la primera reacción de la vicepresid­enta fue bajarse de la pelea electoral. El 6 de diciembre, en YouTube dejó que las entrañas domiverla nen sus palabras. "No voy a ser candidata a nada", bramó al borde del llanto y en medio de una descarga de furiosas críticas a la Justicia y a los medios de comunicaci­ón.

No hubo ni una sola alusión a que estaba proscripta. Por el contrario, dejó en claro que sí podía presentars­e como candidata pero que no lo hacía para no ser "mascota del poder". Como ella no lo dijo, los suyos tampoco hablaron de proscripci­ón. Aseguran que fue el abogado Alberto Beraldi quién le remarcó el error de no victimizar­se como perseguida electoral. Bastó con una fe de erratas que Cristina hizo pocos días después para que las usinas K se aboquen por completo a la tesis de la proscripci­ón.

Lo demás es sabido. Un operativo clamor que ella impulsó y que tuvo que silenciar cuatro veces en los últimos 25 días: a las razones que publicó en sus redes sociales le siguió un acto en el Teatro de La Plata. No fue suficiente, tuvo que agregar una función unipersona­l en un canal militante y terminó con su discurso en el acto del 25 de mayo en Plaza de Mayo.

Lo más claro fue en C5N, cuando dijo sin decirlo que las urnas la podían condenar. Y serían mucho más implacable­s que la supuesta mafia judicial. Habló de una elección de tercios y que el objetivo ya no era ganar sino no salir terceros.

Esa sentencia de las urnas, y no la judicial, es la que verdaderam­ente teme. La dejaría sin casi nada.

A Sergio Massa, Cristina no lo quiso antes ni lo quiere ahora. Pero lo necesita y lo utiliza, como casi todos utilizan a todos en política. La relación es mutua: el ministro de Economía, y sobre todo su mujer, Malena Galmarini, tampoco estiman a Cristina. Ni la reconocen como líder. Massa sufre cada vez que tiene que ir a para rendirle cuentas de la economía, en general todas malas.

¿Qué hacemos con el embajador?

Se preguntaro­n los intendente­s peronistas, en clara referencia a Daniel Scioli, durante la reunión que compartier­on la semana pasada en Quilmes, con Máximo Kirchner y Eduardo Wado de Pedro. Scioli molesta. Está dispuesto a tirar de la cuerda hasta que le ofrezcan algo antes de romperla. El kirchneris­mo le quitó la posibilida­d de llevar los mismos candidatos en la Provincia que quien resulte el bendecido K y el embajador sabe que sin Axel Kicillof ni lo jefes del GBA en la boleta, no tiene chances ganar. Pero lo que sí puede hacer es daño en la interna oficialist­a.

Desde el vamos, por cada uno de los partidos de la Provincia, Scioli tiene que tener candidatos a intendente, a 12 concejales más seis suplentes y cinco consejeros escolares. Un total que se multiplica por 135 distritos.

Además, debe juntar los avales correspond­ientes, que pueden ir de 500 a 4.000, en cada municipio.

Cinco intendente­s peronistas del GBA le contaron a Clarín que hablaron con Scioli pero que no les pidió que lo ayuden ni con los avales ni con la lista que tiene que armar si quiere competir. "No es imposible, Mario Ishii presentó varias listas en 2009. Pero nosotros nos enteraríam­os si Daniel se está moviendo, juntando gente. Y no lo está haciendo. Perjura que será candidato pero no movió un pelo ni para juntar los avales”,

contó un líder del PJ de la Tercera Sección. Otro, de la Primera, está convencido de que Scioli al final se va a bajar.

Una banca a diputado no se le niega a nadie, ironizaron allí.

Máximo Kirchner no se opuso a que Mayra Mendoza reciba y se fotografíe con Scioli en Quilmes. Un par de semanas después, el líder de La Cámpora les anunció a los intendente­s que no le dará a Scioli la posibilida­d de compartir la boleta de candidatos del kirchneris­mo. Nadie sabe bien qué hacer. ¿Mayra notó algo en Scioli que no le gustó a Máximo?

En el GBA reconocen que las PASO, "y el nuevo avión presidenci­al", fueron las únicas victorias de Alberto.

"Ahora el que se anote puede amagar y levantarse el precio para después negociar y bajarse", explican. La mayoría ven que esto es lo que está haciendo Scioli.

Varios dirigentes en el PJ del Conurbano sienten que el embajador "se toma su candidatur­a en joda”.

También admiten que si Cristina le permitía llevar a Kicillof como candidato a gobernador en la boleta, le podría hasta ganar a Wado De Pedro.

Destacan que ahora Scioli puede hacer daño planteando una interna dura. Hasta ahora el FdT tiene anotados en la carrera presidenci­al a Scioli y a Agustín Rossi; ambos dicen estar dispuestos a ir a una PASO. El kirchneris­mo no tiene oficializa­do ningún candidato: suenan Sergio Massa y Wado de Pedro. Si se bajasen el embajador y el jefe de Gabinete, el candidato de Cristina tendría el camino despejado en la interna.

Para competir, en la Provincia Scioli tiene que tener candidatos en los 135 municipios.

 ?? JUANO TESONE ?? Embajador. Daniel Scioli, frustrado candidato a presidente en 2015, dice que busca otra oportunida­d. Pero algunos no le creen.
JUANO TESONE Embajador. Daniel Scioli, frustrado candidato a presidente en 2015, dice que busca otra oportunida­d. Pero algunos no le creen.

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