Erdogan logra un nuevo mandato de cinco años tras dos décadas al frente de Turquía
Con un conteo del 99,7%, reunía el 52,1% de votos contra 47,9% de su rival, que aceptó la derrota. Temen una mayor deriva autoritaria por la concentración del poder.
El presidente saliente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se impuso ayer domingo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, un resultado que confirma su permanencia en el poder hasta 2028 después de dos décadas al mando del país, entre temores de que una deriva autoritaria se acentúe en el futuro.
“Nuestra nación nos ha confiado la responsabilidad de gobernar el país durante los próximos cinco años”, dijo Erdogan, de 69 años, a sus seguidores desde lo alto de un autobús en su distrito natal en Estambul. El jefe de la comisión electoral lo declaró como vencedor de los comicios, aunque los resultados definitivos no se anunciarán hasta inicios de semana.
Tras el conteo oficial del 99,7% de los votos, Erdogan, al frente del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamoconservador), alcanzaba el 52,1% de los sufragios, frente al 47,9% para su rival, el socialdemócrata Kemal Kiliçdaroglu, que lideró una alianza de seis partidos que incluyó a grupos prokurdos, islámicos y a nacionalistas. El opositor aceptó anoche su derrota electoral.
Con el voto de ayer, Erdogan quedará ahora al frente de la presidencia por un tercer período de cinco años luego de haber tenido a su cargo el gobierno como primer ministro en tres ocasiones desde 2002. “Doy las gracias a todo miembro de la nación que nos haya dado este encargo”, dijo Erdogan durante un discurso público en Estambul, ciudad en la que nació en 1954, de la que fue alcalde (19941998) y donde siempre vota.
El resultado de la elección tendrá implicaciones más allá de Turquía. El país bascula como potencia entre Europa y Asia y tiene un papel fundamental en la OTAN. Erdogan vetó el intento de Suecia para sumarse a la alianza militar y adquirió sistemas de misiles de defensa rusos, lo cual resultó en el hecho de que Estados Unidos sacara a Turquía de un proyecto de aviones de combate que encabeza. Pero también ayudó a negociar un acuerdo crucial que permitió envíos de cereales ucranianos para evitar una crisis alimenticia global.
El resultado electoral refleja una vez más la división de la sociedad turca en dos mitades casi iguales, a favor y en contra de Erdogan y su discurso nacionalista e islamista. Su promesa de convertir a Turquía, heredera del Imperio otomano, de nuevo en una gran potencia islámica internacional, con industria de armamento propio, ha tenido un gran eco en el electorado. Los argumentos de la oposición, que subrayan una nefasta gestión económica, con la inflación interanual superior al 40 %, un desplome de la moneda nacional y una carestía generalizada, han movilizado la otra mitad del electorado.
La oposición ha denunciado la enorme desigualdad de condiciones en la campaña electoral, con todos los medios públicos y casi todos los privados emitiendo sin cesar el discurso del presidente. La radiotelevisión pública TRT ha dedicado a Erdogan 50 horas de emisión en la campaña, frente a 50 minutos para Kiliçdaroglu, señala el partido de este último, el socialdemócrata CHP. Estos ingredientes alimentan las críticas de los detractores que temen una deriva aún más autoritaria para el nuevo mandato de Erdogan.
Con todo, Kilidaroglu ha forzado una segunda vuelta por primera vez desde que se instauró la elección del jefe de Estado por sufragio directo en 2014, y su marca de ayer es la mejor de la oposición desde que gobierna Erdogan.
Es de esperar que con su victoria, la economía turca seguirá frágil y sobrecalentada, con una política dirigida a incentivar el consumo, la producción y el empleo, pero no puede sostenerse a largo plazo, ya que la moneda se mantiene artificialmente por intervenciones del Banco Central. En algún momento, Erdogan deberá sanear la economía, lo que significará un estancamiento y un empobrecimiento de la población.
No obstante, su discurso de ayer apunta a que puede intentar retrasar ese momento hasta después de las municipales en Estambul, previstas para el año próximo.
Anoche, tras manifestarse como el ganador, Erdogan exhortó a trabajar para que su partido recupere la plaza de Estambul, que perdió en 2019 junto con Ankara.■